Los miradores del Port del Cantó con la Husqvarna Norden 901
¿Qué tendrán las montañas que a los moteros nos gustan tanto? Quizás sean las vistas, la inclinación de las curvas o el contacto con la naturaleza. Vete a saber. Cada motero es un mundo y seguro que tiene una razón distinta, pero todos coincidimos en que las montañas son siempre una buena opción para salir. Un claro ejemplo es el Port del Cantó, cuya carretera, con sus vistas, sus curvas y su tranquilidad, enamora a cualquier rider, lleve la moto que lleve. En este caso, nosotros nos enamoramos de esta zona de la provincia de Lleida a lomos de una Husqvarna Norden 901.
Empezamos la ruta con la espectacular estampa blanca que nos regaló la primavera en Baqueira-Beret, y desde allí nos fuimos en busca del calorcito de Barcelona. La primera parte de la ruta nos llevó a descender el Port de la Bonaigua, atravesando sus paellas y curvas mientras admirábamos la nieve que se había acumulado la noche anterior. Un espectáculo de la naturaleza en el que la Norden 901 estaba más que en su salsa.
Diseñada para viajar y recorrer lugares extremos, la Norden 901 resulta una montura maravillosa para esta ruta. Su herencia del motocross y su adaptación para ser también una motocicleta asfáltica le dan ese carácter versátil y completo que necesitábamos para este tipo de viaje. Su motor de dos cilindros en línea de 889 cc, que rinde con una potencia de 105 CV a 8.000 pm y 100 Nm de par a 6.500 rpm, así como su bajo punto de masa, resultante de llevar el depósito más abajo, la convierten en una opción potente pero confiable tanto en caminos como en carretera.
Sus modos de conducción personalizables, la configuración del control de tracción con 10 niveles en el modo Explore o los neumáticos Pirelli Scorpion Rider STR que trae de serie en medidas de 21” y 18” delante y detrás, la convierten, además, en una moto golosa para los caminos del Port del Cantó, hacia donde nos dirigimos. Cuenta también con cambio semiautomático de subida y bajada, una horquilla WP APEX con barras de 43 mm y 220 mm de recorrido y amortiguador WP APEX con 215 mm de recorrido, ambos ajustables en compresión y rebote. Los pusimos a prueba desde primera hora de la mañana en la C-28 y la C-13, las primeras carreteras que tomamos para llegar al tramo que más esperábamos de la N-260.
Una vez en Sort, y después de comprar lotería en la Bruixa d’Or, como manda la tradición, toca coger la N-260 para disfrutar de unas vistas de documental. Y es que es este tramo del Eje Pirenaico el que más disfrutamos con la Husqvarna. Rodeado de montañas, el trazado discurre entre curvas sinuosas, otras más abiertas, pendientes pronunciadas, ascensos y descensos. Tiene absolutamente todo lo que nos hace disfrutar a los moteros, y cuenta además con multitud de apartaderos en los que tomar fotos. Además, en el que hay unos pocos kilómetros después de pasar la localidad de Rubió, hay mesitas de pícnic donde relajarse y cargar pilas.
Eso sí, toda esta zona cuenta con pocos bares y ninguna gasolinera, por lo que recomendamos que, en caso de querer realizar esta ruta, comprobéis bien el alcance del depósito (que en el caso de la Norden es espectacular y roza los 400 km de autonomía) para evitar sorpresas. Y aquí va un bonus para los amantes de la fotografía: el mirador de la Creu de Guils del Cantó. Es, sin duda, el mejor punto de foto al que podéis acceder si tenéis tiempo, y aunque en nuestro caso se encontraba cerrado por mantenimiento, os aseguramos que no podéis dejarlo pasar porque es espectacular. No os arrepentiréis.
Tras ello, dejando ya atrás el Port del Cantó y habiendo descendido una barbaridad de metros, continuamos por la N-260 hasta llegar a La Seu d’Urgell. Otra información interesante si decidís hacer esta ruta es la temperatura. En este camino pasamos de estar a -2ºC a terminar por encima de 15ºC, así que la chaqueta de tres estratos de Spidi fue realmente la mejor de las opciones, porque nos permitió irnos despojando de capas a medida que avanzaba el día.
Una vez en La Seu, y en función del tiempo que haga, podemos optar por bajar hacia Barcelona en dirección a Sant Llorenç de Morunys por la C-462, otra carretera de curvas espectacular y rodeada de naturaleza que hará las delicias de cualquier motero, o bien continuar por la N-260 hasta Bellver de Cerdanya para enlazar con la C-16 en caso de tener más prisa por volver. De todos modos, se elija la opción que se elija, la provincia de Lleida es sin duda una joya en cuanto a carreteras de curvas y cualquiera de las opciones nos regalará unos paisajes espectaculares.
Os recomendamos, si podéis escaparos un par de días, optar por realizar esta ruta a la vuelta y la anterior a la ida, ya que las vistas del Port del Cantó son mucho mejores en sentido sur. Y además, el acceso a los miradores es mucho más fácil, ya que los más bonitos se encuentran en el lado derecho de la carretera en ese sentido. A pocos kilómetros del inicio de la ruta se encuentran los apartamentos Mont Romies de la cadena SNÖ Hotels, en los que, presentando tu carnet de socio del RACC, podrás obtener un descuento. ¡Uves y a disfrutar!