Los niños en bici, siempre con casco
Por: RACC Blog
La bicicleta es uno de los regalos estrella en cualquier fecha y en los cumpleaños infantiles. Pero es importante añadir otro obsequio más: un casco homologado y que se adapte perfectamente al tamaño de la cabeza del niño. Gracias a él los pequeños (y tú) se pueden evitar más de un susto.
Las cifras lo dejan claro: el uso del casco por parte de los ciclistas reduce hasta un 88% el riesgo de lesión craneal y cerebral, y un 26% el de fallecimiento. Son motivos más que suficientes para impulsar el uso obligatorio de casco también en ciudad entre los menores de 16 años, tal y como aprobó la Dirección General de Tráfico (DGT) el pasado mayo. Y es que no hay que olvidar que una gran parte de los usuarios de este medio de transporte son niños: en concreto, 7 de cada 10 pequeños de entre 5 y 14 años montan en bici.
Claves para elegirlo bien
¿Qué características debe tener un casco para asegurara los niños una buena protección mientras van en bici? La Asociación Española de Pediatría (AEP) aconseja lo siguiente:
- Debe estar homologado. Esto garantiza que el casco es de peso reducido, bien ventilado, fácil de quitar y poner, puede usarse con gafas y no perjudica la capacidad auditiva del niño ni reduce su campo de visión. En la etiqueta debe indicar que cumple con la normativa europea EN1078.
- Hay que elegirlo en función del tamaño de la cabeza del niño. No debe quedarle ni muy apretado ni muy suelto. Por eso lo mejor ir a comprar el casco con el pequeño, para que pueda probárselo.
- Si el casco se ha dañado debido a un golpe, debe cambiarse. Como norma general, se recomienda sustituirlo por uno nuevo cada 5 años.
Colocarlo de forma correcta es básico
Antes de usarlo por primera vez, hay que tomarse su tiempo y ajustar debidamente el casco a la cabeza del niño.
Por último, predica con el ejemplo: si tú también usas casco para tus trayectos en bici a tu hijo le será mucho más fácil cumplir con la normativa.