Normativas y recomendaciones para el uso de bicicletas

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El ciclista suele estar en el punto de mira del resto de conductores y usuarios de las vías. Aunque algunos no respetan las normas –ya sea por desconocimiento o por omisión–, la gran mayoría sí lo hace, siendo conscientes de que son el eslabón débil en la cadena de vehículos, donde cualquier error puede tener consecuencias fatales. El ciclista debe cumplir con el código de circulación general, además de adaptarse a las condiciones específicas de su vehículo.

Para evitar sustos y problemas, es fundamental aplicar la normativa a rajatabla y así evitar datos como los aportados por la DGT, que eleva la cifra de ciclistas muertos en 2024 en vías interurbanas a un total de 46. Es, sin duda, un dato preocupante que se debe reducir en el futuro.

Por eso, desde RACC, os traemos unos consejos indispensables para poder disfrutar de nuestro medio de transporte favorito de la forma más segura y saludable posible. Estos son los seis puntos básicos para no tener percances:

1. Usa el casco

Es algo muy básico, pero no todo el mundo es consciente de ello. Pese a que no es obligatorio en todos los casos, no cuesta nada ponerse el casco siempre que se coja la bicicleta: esta simple acción puede salvarte la vida. En la ciudad el casco es obligatorio solo para los menores de 16 años, para el resto de ciclistas es recomendable. En la carretera es completamente obligatorio para todo el mundo, salvo en estos tres casos: subidas prolongadas, por razones médicas o con calor extremo. No respetar la norma puede conllevar multas de hasta 200 €.

2. No uses el móvil ni los dispositivos de música

Al volante o al manillar, nunca uses dispositivos móviles, ya que causan distracciones que pueden provocar accidentes. El uso de dispositivos móviles, auriculares, receptores o reproductores de sonido limita nuestra capacidad auditiva, además de exponernos a ser sancionados con 200 €.

3. Señaliza tus maniobras y frenadas

Ante la carencia de elementos indicativos como los intermitentes, debemos señalizar nuestras maniobras, sobre todo los giros y las frenadas. Para señalar un giro a la izquierda, debemos poner el brazo izquierdo en posición horizontal con la palma de la mano extendida hacia abajo, o el brazo derecho doblado hacia arriba, también con la palma de la mano extendida. Para girar a la derecha, usaremos el brazo izquierdo, doblándolo hacia arriba con la palma de la mano extendida, o el brazo derecho, en posición horizontal, con la palma de la mano extendida hacia abajo. No señalizar la maniobra nos puede costar 200 €.

4. Respeta las señales

Un ciclista debe respetar todas las señales. Una bicicleta tiene el rango de vehículo, por lo que debe respetar las mismas indicaciones que el resto de usuarios de la vía. Los semáforos, las señales verticales y horizontales, las líneas o la prioridad de los peatones no son negociables. No hacerlo puede suponer sanciones de entre 150 y 500 €.

5. Hazte ver

El uso del alumbrado adecuado, así como de reflectantes, es obligatorio. Siempre que circule de noche, por pasos inferiores o túneles, el usuario de bicicleta debe llevar encendidas las luces delanteras y traseras. Ver y hacerse ver nos puede evitar situaciones comprometidas. Además, cuando el uso de luces es obligatorio, los elementos reflectantes también lo son: el resto de conductores deben ser capaces de distinguirnos a 150 metros de distancia.

6. Circula por donde debes

En bicicleta no todo vale. En la carretera debemos ceñirnos a las normas marcadas, circulando siempre por el arcén, con grupos de máximo dos ciclistas en paralelo, evitando hacerlo en tramos sin visibilidad y cuando se formen aglomeraciones. En la ciudad y en la carretera, aunque no es obligatorio, recomendamos usar siempre los carriles bici habilitados al efecto.

Albert San Andrés para RACC.