Cómo conducir seguro en invierno: consejos para lluvia, nieve, viento y niebla
En invierno la carretera se convierte en un desafío para los conductores. Amenazas de lluvia, hielo, viento, niebla y nieve pueden hacer que un trayecto habitual se convierta en un reto, por no hablar del riesgo que conlleva conducir en condiciones adversas. Un desafío que atañe igual a conductores de motos que de coches. Por eso, adaptarte a estas circunstancias es clave para garantizar tu seguridad, y la de todos los que estén en la carretera.
En el siguiente artículo te damos algunos consejos prácticos para afrontar estas situaciones.
Consejos para conducir con lluvia
La lluvia es uno de los fenómenos meteorológicos más comunes en la estación invernal. El agua hace que, por una parte, el conductor tenga menor visibilidad y, por la otra, que el asfalto sea más deslizante, lo que exige tener una mayor precaución para evitar el aquaplaning.
Tanto si vas en moto como en coche, revisa que el vehículo esté en óptimas condiciones. Comprueba que luces, parabrisas, frenos y neumáticos funcionen correctamente.
En caso de ir en moto, da importancia al uso de ropa impermeable y, en la medida de lo posible, evita tanto las líneas de pintura como las superficies deslizantes para evitar caídas.
En lo que respecta a la conducción, aumenta la distancia de seguridad con el vehículo que te preceda, reduce la velocidad adaptándola a las condiciones de la carretera y a su visibilidad, evita frenazos bruscos y extrema las precauciones en bajadas o curvas.
Consejos para conducir con nieve
Si pensamos en un paisaje invernal idílico, seguro que nos imaginamos uno con la nieve como protagonista. Sin embargo, en la carretera la nieve puede convertirse en el peor enemigo si no se toman las medidas necesarias, ya que la nieve reduce la tracción, dificulta el frenado y puede ocultar peligros en la carretera.
El primer consejo es obvio: planea tu viaje para evitar las horas en las que se prevea una mayor nevada y conduce por las carreteras que tengan menos peligrosidad.
Asimismo, como sucede con la lluvia, revisa que los elementos del vehículo, principalmente batería, neumáticos, luces y parabrisas, funcionen bien.
En el caso de los neumáticos, cuando haya nieve, recuerda que debes llevar cadenas, fundas o neumáticos de invierno. Si eres de los que optan por las fundas o cadenas, aquí te explicamos cómo colocarlas correctamente.
Ahora bien, ¿qué hacemos si la nieve nos sorprende durante el viaje? En caso de circular en coche:
- Aumenta la distancia de seguridad.
- Circula con las luces de cruce.
- Utiliza las roderas de otros vehículos como referencia.
- Reduce la velocidad y mantenla constante, sin acelerar o frenar bruscamente.
- Siempre que sea posible, utiliza marchas largas.
Si estás circulando en moto, aunque son menos conocidas, también hay cadenas ideadas para este tipo de ruedas, y es muy útil vestirse con ropa térmica homologada. En cuanto a la conducción, además de aumentar la distancia de seguridad, hay que poner mucha atención a la carretera, reducir la velocidad y, al tomar las curvas, evitar inclinar demasiado la moto para no perder adherencia.
En ambos casos prioriza la seguridad y, si las condiciones empeoran, lo más sensato es detenerse en un lugar seguro.
Consejos para conducir con hielo
El hielo es uno de los mayores peligros a los que te puedes enfrentar cuando conduces en invierno. En muchas ocasiones es invisible, especialmente durante la madrugada o al caer la noche. Por eso es crucial adoptar medidas para minimizar riesgos y mantener la seguridad al circular sobre superficies heladas:
- Prepara tu viaje con antelación: antes de salir, verifica el pronóstico del tiempo y evalúa si es seguro viajar. Si las condiciones son desfavorables, considera posponer el trayecto.
- Neumáticos adecuados y en buen estado: comprueba la presión y el estado de tus neumáticos. En zonas con inviernos duros, opta por neumáticos de invierno y considera llevar cadenas.
- Modera la velocidad: conduce más despacio de lo habitual y evita aceleraciones o frenadas bruscas. Esto te permitirá reaccionar con mayor control ante cualquier imprevisto.
- Aumenta la distancia de seguridad: sobre hielo la distancia de frenado se incrementa significativamente. Mantén suficiente espacio con respecto al vehículo de delante.
- Evita maniobras bruscas: los cambios de carril, los giros y las frenadas deben ser suaves y progresivas para mantener el control del vehículo.
- Precaución en puentes y zonas elevadas: estas superficies tienden a congelarse primero. Presta mayor atención y reduce la velocidad al cruzarlas.
- Usa correctamente los frenos: aplica los frenos de manera gradual. Si tu vehículo tiene sistema ABS, deja que funcione como está diseñado.
- Luces encendidas siempre: mejora la visibilidad tanto para ti como para otros conductores manteniendo las luces encendidas, incluso de día.
- Equipo de emergencia: lleva un kit con cadenas, pala, manta, agua, alimentos no perecederos y una linterna. Es mejor estar preparado ante cualquier eventualidad.
- Si el coche empieza a patinar, no frenes ni gires el volante bruscamente. Gira el volante hacia la dirección que deseas ir y usa los frenos con suavidad.
En el RACC ofrecemos cursos de conducción segura que, sin duda, ofrecen formación útil y adicional para afrontar estas situaciones, especialmente si sueles conducir en condiciones invernales extremas.
Consejos para conducir con viento
Las ráfagas de viento inesperadas pueden desestabilizar tanto a coches como a motos, aumentando el riesgo de accidente. Un consejo sería estar atento al entorno, como pueden ser los árboles, para detectar cómo sopla el viento y en qué dirección. Aunque no podamos controlar el clima, sí podemos adoptar medidas que nos ayuden a mantener la seguridad al volante, incluso en los días más ventosos:
- Reduce la velocidad: cuando el viento sopla con fuerza, la velocidad es tu peor aliada. Disminuirla te dará más tiempo para reaccionar ante ráfagas repentinas y aumentará tu control sobre el vehículo.
- Evita vehículos grandes y caravanas: mantén una distancia segura y evita adelantarlos, ya que el efecto pantalla puede desestabilizar tu vehículo al salir de su cobertura.
- Atención máxima al volante: en el caso de circular en coche, ambas manos deben agarrar firmemente el volante, ya que así se puede contrarrestar la fuerza del viento en caso de tener que modificar la trayectoria del mismo.
- Adapta tu técnica de conducción: circular por el centro del carril permite tener más espacio de reacción si el viento lateral desvía el vehículo. También es aconsejable mantener el motor a altas revoluciones y hay que tener especial precaución al salir de túneles o zonas protegidas del viento.
- Cuidado con los neumáticos: así se garantiza una buena adherencia.
- En caso de viento extremadamente fuerte, detente en un sitio seguro y espera a que las condiciones mejoren.
Consejos para conducir con niebla
No es un secreto decir que la niebla no es un gran aliado a la hora de conducir: la visibilidad se reduce considerablemente e incluso, dependiendo del espesor, dificulta ver a unos pocos metros de distancia.
Por eso es muy importante saber cuándo y cómo utilizar las luces antiniebla, ya que se pueden convertir en nuestras mejores aliadas. Aquí encontrarás toda la información en referencia a este tema.
Pero, además, también hay una serie de consejos que se pueden aplicar a la hora de conducir con niebla:
- Reduce la velocidad y aumenta la distancia de seguridad: como se ha señalado anteriormente, la niebla puede ocultar peligros que se encuentren a escasos metros, por lo que el tiempo de reacción también se ve afectado. Ampliar la distancia con el vehículo que va delante ayuda a evitar una colisión.
- Usa las luces adecuadas: no es recomendable usar las luces altas, ya que estas pueden reflejarse en las gotas de agua que hay en el ambiente y deslumbrar a los conductores. Por eso, enciende las luces bajas y, si tu vehículo las tiene, utiliza las antiniebla.
- Precaución: es obvio que en condiciones que dificulten la visibilidad hay que conducir con más precaución, evitar cualquier elemento que pueda suponer una distracción y mantenerse alerta ante la conducción del resto de conductores.
- Si la visibilidad es baja, mira si hay marcas de algún tipo en el carril. Te ayudará a circular por el centro sin invadir el carril contrario.
- Indica tus movimientos: pon los intermitentes con suficiente antelación para indicar a los demás cuáles son tus intenciones.
- Limpia los espejos y los cristales para evitar que estén llenos de vaho. En caso de ir en moto, es recomendable que el casco lleve la pantalla antivaho para evitar que se empañe.
- Los motoristas pueden llevar ropa reflectante. De esta manera, serán más visibles para el resto, mejorando su seguridad y la de los demás.
Conducir en condiciones adversas como las que hemos descrito supone un desafío en la carretera y exige extremar la prudencia cuando se está al volante o al manillar.
Prestar atención al entorno es esencial para evitar riesgos, así como aumentar la distancia de seguridad, reducir la velocidad, conducir de forma respetuosa con los demás y adaptar el estilo de conducción a las exigencias climatológicas.
En la carretera, la seguridad es lo más importante.