Avisos de radares deficientes
Por: RACC Blog
El 40% de los 249 radares fijos y de tramo de Cataluña están mal señalizados. En un centenar de casos no se informa del límite de velocidad ni en la señal de aviso de radar ni antes de llegar al dispositivo. El RACC pide que se establezca un criterio de señalización de los radares transparente, único y fácil de interpretar por todos los usuarios de la vía.
El sentido común establece que el conductor, antes de llegar a un radar, ha de poder encontrar una señal que le indique la existencia del dispositivo y la velocidad máxima a la que circular. El RACC constata que así pasa en 150 radares de los 249 (entre fijos y móviles) analizados en la red vial catalana (en julio de 2017).
El mismo estudio revela que en un 40% del total de radares de Cataluña (el centenar restante) la señalización tiene que mejorar para ofrecer al conductor información transparente y fácil de interpretar para evitar posibles dudas u olvidos que deriven en una velocidad excesiva. En Cataluña se utilizan diferentes modelos de señales según el tipo de vía. La modalidad más recomendable y que el RACC defiende es la que integra en una misma señal el aviso de radar y el límite de velocidad de la vía; así el conductor puede adaptar su conducción. Esta modalidad, según el estudio del RACC, se cumple en el 32% de los radares.
La señalización de los radares es fundamental
Otra opción que el Club valora como aceptable es que haya una señal indicando el límite de velocidad poco después del aviso de radar; se da en un 28% de los casos. La otra modalidad de aviso es la instalación de la señal de velocidad máxima antes de la advertencia del radar; se da en el 25% de los casos y “es poco recomendable –según Lluís Puerto, director de la Fundación RACC-, ya que a menudo el conductor no presta suficiente atención si no sabe que hay un radar y esto puede generarle confusión cuando ha de decidir a qué velocidad circular”. Pero si hay algunas formas de señalizar inaceptables, son la presencia de la señal de radar a más de tres kilómetros de distancia del aparato y sin ninguna indicación de velocidad recomendada –se da en un 11%– y los casos en que solo hay la señal de velocidad antes del radar –en un 4%–.
El estudio del RACC también subraya que el 58% de los dispositivos sancionadores están en vías con un riesgo bajo o muy bajo de siniestralidad (el 45% de las carreteras), según los datos de EuroRAP, mientras que las que concentran un riesgo alto o muy alto de que se produzcan accidentes (el 18% de las carreteras) solo tienen el 3% de los radares. Una distribución que hay que reordenar para evitar una sobrerrepresentación en vías de bajo riesgo y una infrarrepresentación en vías de alto riesgo de accidentes y de mortalidad. Lluís Puerto insta a “las administraciones a hacer una redistribución y ubicar los radares en carreteras donde el riesgo es elevado, siempre y cuando el exceso de velocidad juegue un papel importante en la accidentabilidad vial de aquel punto, ya que los aparatos se instalan con la finalidad última de evitar accidentes y salvar el máximo de vidas posible”.
Vacío en la normativa
En Cataluña, las señales de aviso de radar no se contemplan en el código de circulación, sin especificar la distancia que debe haber entre la señal de aviso y el radar. El criterio del Servei Català de Trànsit (SCT) es situar la señal entre 750 y 1.000 metros antes del dispositivo. Con todo esto, el RACC recomienda que el margen sea de entre 500 y 1.250metros, medida que facilitaría la conducción y evitaría inseguridades.
Fuente: Revista RACC.