¿Cómo lavar el coche correctamente?

Por: RACC Blog

Os enseñamos algunos trucos para lavar el coche de la mejor manera posible 🧽

Generalmente, lavar el coche es una acción bastante trivial para la mayoría de conductores y en la mayoría de casos se intenta proceder en el menor tiempo posible y con el coste más bajo.

Existen diferentes tipos de lavado, siendo los túneles de lavado y las lanzas los más habituales en la mayor parte de lugares, aunque la proliferación del lavado en seco en algunas superficies comerciales es una nueva opción a tener en cuenta que, aunque más cara, nos ofrece la posibilidad de ganar tiempo.

En este caso vamos a mostrar cómo lavar el coche y algunos de los mejores trucos para un detailing perfecto. Para ello iremos por partes, diferenciando las distintas superficies de un vehículo.

1. Interior

Es buena idea empezar la limpieza por el interior. Un buen aspirado desmontando las alfombrillas del coche y quitar la acumulación de suciedad en las zonas plásticas y del salpicadero nos garantizaran que quede como nuevo. En el caso de tener partes de piel, siempre es aconsejable hidratarlas con alguno de los productos específicos que existen en el mercado, mientras que las manchas en las de tela se podrán quitar con espuma de tapicerías. En caso de no disponer de este producto, un poco de espuma de afeitar puede ser el sustituto: se aplica directamente sobre la mancha o en una esponja y se frota con un cepillo.

Para eliminar productos como un chicle o caramelos pegados, se puede aplicar un poco de hielo para endurecer la superficie, y proceder al posterior raspado.

Los conductos de aire acondicionado también pueden ser limpiados con productos específicos –los mismos que se usan para los de casa– y evitar así posibles olores. El uso de ambientadores es la mejor manera de perfumar el interior del coche, aunque en el caso de querer desinfectar al máximo y eliminar olores persistentes, nada mejor que la limpieza con ozono, que puedes encontrar en el Centre RACC Auto, para acabar con partículas y virus no deseados.

2. Cristales

Los cristales son una de las superficies más importantes del coche, ya que por ella vemos el exterior, por lo que una buena limpieza es imprescindible. Limpiar con limpiacristales y secar con papel de periódico nos garantiza un acabo perfecto y sin restos de ningún tipo. En el caso de no disponer de ellos, una mezcla de agua, alcohol y vinagre los dejará brillantes. Para eliminar posibles marcas de agua, bastará con cortar una cebolla por la mitad y pasarla por la localización, para posteriormente volver a limpiar con un paño humedecido.

3. Carrocería

Es en este apartado donde tenemos diferentes opciones. Pese a ser más recomendable el lavado a mano con lanza, la evolución de los túneles de lavado automático les ha hecho ideales para un acabado perfecto y sin rayas, como sucedía hace unos años. El automatizado del lavado y secado les dan una ventaja superior al lavado a mano, en detrimento de la parte económica, que suele ser más cara. Aún así, siempre podemos detectar alguna mancha persistente que no se eliminará con este sistema. En el lavado con lanza, con tres de los programas –prelavado, enjabonado y aclarado– es más que suficiente, evitando en la medida de lo posible el uso del cepillo, ya que, como en el caso de los túneles, puede rayar la pintura.

Para el lavado a mano es recomendable hacerlo con una esponja suave y jabón específico, evitando su limpieza con jabones lavaplatos, ya que están creados para eliminar la grasa y pueden llegar a eliminar la capa de cera de nuestro vehículo con un mal uso, dando una tonalidad más mate al coche. Un buen enjabonado, posterior aclarado y un secado con bayetas de microfibra siempre son la mejor opción. Evitar las altas temperaturas y el sol directo a la hora del secado, nos evitará posibles manchas.

4. Eliminar pequeñas marcas

Durante el lavado podemos detectar pequeñas rayas o manchas adheridas a la carrocería de elementos como alquitrán o resinas. En el caso de ser pequeñas y superficiales podremos solucionarlo con un poco de pulimento, que eliminará la imperfección como si nada. Eso sí, es recomendable seguir las instrucciones del fabricante para el uso de este producto.

5. Aplicar cera

Después de todo el proceso de lavado, aplicar cera para proteger la pintura es ideal. Este es un proceso más costoso que el resto pero no es necesario hacerlo en cada lavado. Hay ceras –las naturales con base de carnauba– que pueden llegar a durar hasta un año, aunque, evidentemente, serán las más costosas.

Con la limpieza y la eliminación de arañazos hecha, impregnaremos un trozo de espuma con un poco de cera, para repartirla uniformemente y con movimientos circulares por toda la carrocería. Posteriormente esperaremos a su secado –quedará blanquecina la superficie– para proceder a su eliminación con una bayeta de microfibra.

6. Llantas y neumáticos

Para el lavado de llantas se recomienda un jabón neutro, ya que la acidez puede dañar su brillo. Uno específico o, en su defecto, uno de pH 5,5 –como el usado para la piel– es perfecto para la limpieza de las llantas. En los últimos tiempos han proliferado los usuarios que usan limpiahornos para eliminar las manchas más adheridas a las llantas. Es una solución rápida y efectiva, pero poco recomendable dada la abrasión de este producto, ya que puede dañar irreversiblemente la superficie.

 

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Para la limpieza de neumáticos existen productos específicos que devuelven el color, pero en caso de carecer de ellos, un abrillantador de muebles o limpiarlos con Coca-cola, pasando después un cepillo, les hará recuperar el brillo inicial.