En el día a día, conviven en nuestras carreteras coches de combustión, eléctricos e híbridos. Sin embargo, a la hora de hacer un viaje largo siempre nos asalta la misma duda: ¿es posible completar un trayecto con un vehículo a batería? Lo cierto es que sí. Pero, antes de emprender la marcha, deberemos hacer un trabajo previo de planificación.

Pese a que en los últimos años, como consecuencia del auge de los coches eléctricos, ha crecido el número de los puntos de carga, la red todavía puede ser insuficiente. Además, la carga no es tan rápida como cuando se echa combustible. Y en cuanto a la autonomía también hay diferencia, ya que la media para estos vehículos es de 300 km, llegando a 600 km en eléctricos de alta gama.  

De ahí que la planificación gane importancia, si nos ponemos al volante de un enchufable.

Cosas que hay que tener en cuenta

Como se ha señalado en las líneas anteriores, se necesita una planificación para saber dónde se puede parar a recargar y cuánto tiempo nos llevará. Tener claros los puntos donde podemos conectar el vehículo reduce lo que ya se conoce como ansiedad de la autonomía, o, lo que es lo mismo, el miedo o el nerviosismo ante la posibilidad de no encontrar un punto de carga. 

Un consejo para posponer esta primera parada es salir con el 100% de la carga.
Ahora bien, hay muchos factores que influyen en que la batería se descargue más o menos rápido. Por eso, también es aconsejable no fiarse exclusivamente del dato que aparecerá en el vehículo, este es solo orientativo. 

Autonomía. Lo primero que debemos saber antes de salir es cuánta autonomía tiene el coche. Un kilometraje que se puede reducir, si:

• Conducimos a más velocidad: al contrario que pasa con los vehículos de combustión, que ahorran.
• Si llevamos excesivo peso: a más carga, más consumo de energía.
• Orografía: las carreteras sinuosas, donde haya que acelerar y frenar constantemente, suponen un mayor consumo de energía.
• Temperatura del exterior: el frío influye negativamente en la transmisión de energía
• Funcionamiento del resto de elementos que consumen energía, como la calefacción o la radio.

Infraestructura para recargar. Cada vez hay más puntos, pero no todos sirven para todos los vehículos. Hay que asegurarse de que el punto de carga dispone de un cargador y conectores válidos para el eléctrico que se conduce y también saber la potencia del cargador, para asegurarnos de que en nuestra parada el coche se recargará.

Herramientas de planificación 

Hay una gran variedad de apps y webs que, introduciendo datos básicos del coche (modelo, autonomía, tipo de batería, de cargador…), establecen una ruta. En esta se indica dónde se puede poner a cargar el eléctrico así como del tiempo requerido para completar total o parcialmente la batería.

Hay marcas de automóviles que disponen de su propia APP y otras que son genéricas. Entre las más comunes están:

• Endesa X Way: con esta app sabrás dónde hay puntos de carga, de acceso público o privado, en toda Europa. La aplicación te permite guardar tus puntos de carga favoritos y también te planifica tu ruta de viaje marcando los puntos de carga.
• Recarga pública de Iberdrola: encontrarás los puntos de carga pública. La app ofrece el servicio de localizar los cargadores que se adaptan a tu vehículo más próximos al lugar en el que te encuentres y también indica si están libres y el tiempo de carga. Asimismo, también ofrece un planificador de viaje.
• Electromaps: es un buscador de cargadores públicos, según las necesidades de cada vehículo. Desde la misma app se activa el cargador.