Foto: Martin Cathrae

Con los termómetros a la baja, los que no tienen el privilegio de que su coche duerma bajo techo se enfrentan no sólo al reto de buscar un aparcamiento cercano para no congelarse de camino a casa, sino también a un imprevisto recurrente: al ir a trabajar, percatarse de que el parabrisas lleva incorporada una generosa capa de hielo adicional.

¿Qué hacer y qué no hacer en estos casos? Te lo explicamos:

Qué no debes hacer

• No uses agua caliente para descongelarlo: Te arriesgas a que el parabrisas se agriete debido al choque térmico, sobre todo si ya tiene alguna micro rotura.
• No uses sal: Hay quien puede pensar que igual que se echa sal en la carretera para evitar las placas de hielo, esta solución se puede aplicar al parabrisas. No sólo no funciona, sino que te arriesgas a que el parabrisas se acabe rayando y a corroer la carrocería del coche.

Qué puedes hacer

1. Activar la calefacción y el sistema de desempañado para dirigir aire caliente hacia la capa interna del parabrisas. A la máxima temperatura posible, pero a velocidad baja. Así el hielo se ablandará.
2. Rociar el cristal con líquido anticongelante y retirar el hielo con una rasqueta -de plástico, para no rayar el cristal-. Si no tienes rasqueta, una tarjeta de crédito vieja también puede servir.

También puedes prevenir

Puedes proteger tu parabrisas del hielo cubriéndolo con un cartón grueso, una manta o una lona. Así evitarás todo lo anterior.

Más información  para cuidar el parabrisas de tu coche aquí.

Y no olvides que, en los momentos clave, el seguro de coche del RACC responde, y que te ofrece en todas sus modalidades cobertura de lunas ampliada a faros, intermitentes y espejos retrovisores.