¿Cómo usar correctamente el cruise control?
El cruise control o control de crucero de un coche es una de las mayores comodidades a la hora de usar nuestro vehículo en un trayecto. Nos permite descansar el pie y la pierna y tener controlada la velocidad en todo momento, para no rebasar los límites establecidos.
En las últimas décadas, tras la aparición de los controles de crucero en nuestros vehículos, este sistema ha evolucionado de manera notoria para facilitarnos la conducción. De los primitivos sistemas que había que dominarlos para evitar colisiones por alcance a la actual conducción, en la que se evita este aspecto junto con otros sistemas de seguridad como el control de distancia o el cambio de carril involuntario, el control de crucero es hoy en día un extra obligatorio para cualquier vehículo que se precie. El sistema adaptativo es la última tendencia de los fabricantes para este gadget, generalmente asociado al coche automático. A continuación, veremos cómo controlar correctamente este sistema que reduce la fatiga del conductor, sobre todo en trayectos largos por vías rápidas.
Con conexión directa al acelerador, el cruise control utiliza un actuador para controlar la velocidad marcada con anterioridad. El sistema antiguo estaba conectado al acelerador a través de un cable para mantener el acelerador en una posición, mientras que, en los más modernos, la gestión es a través de la electrónica y los sensores instalados.
¿Cómo usarlo correctamente?
No tener que hacerse cargo de controlar la velocidad nos evitará posibles multas por exceso de velocidad, nos reducirá la fatiga y nos liberará para estar más pendientes del volante. El sistema adaptativo ligado a los automáticos nos permitirá que el vehículo controle diferentes aspectos, como la reducción de velocidad según la distancia, desacelerando e incluso frenando. Pero, ¿cómo usarlo correctamente?
- Este sistema debe usarse únicamente en trayectos en los que se nos permita mantener una velocidad constante en un periodo largo de tiempo. De hecho, muchos modelos manuales únicamente permiten conectarlo en la marcha más larga.
- No se debe usar con un volumen grande de tráfico, para evitar relajación y distracciones frente a posibles imprevistos.
- Se debe evitar su uso en condiciones peligrosas o de baja visibilidad, como con el firme mojado por lluvia, con niebla, en zonas de montaña o trayectos sinuosos.
- No es un piloto automático. El cruise control no es un piloto automático y debemos anticiparnos a él en algunas ocasiones.
- No debemos relajarnos, ni perder la visibilidad de la vía, por tenerlo conectado.
Desde el Club RACC ponemos a disposición de todos los conductores la mejora variedad de seguros de coche, para poder combinar la tranquilidad de la conducción del control de velocidad, con la del mejor seguro.