Todas las épocas del año requieren mucha atención en la conducción, especialmente el invierno. Por ello, el vehículo debe estar siempre a punto.

Revisar el coche: El vehículo debe estar revisado por profesionales —frenos, limpiaparabrisas, alumbrado, líquidos — y los cristales, limpios. No debemos arrancar, y menos en invierno, sin tener el coche en condiciones.

Neumáticos: Primordiales, más con carreteras heladas o con nieve. Deben estar en buen estado (dibujo y ranuras con una profundidad mínima de 1,6 mm), tener la presión adecuada, y hay que valorar si montamos neumáticos de invierno

Depósito lleno: En situaciones en las que en invierno la carretera está cortada y no puedes ni avanzar ni retroceder, es imprescindible la calefacción, por lo que hay que llevar el depósito lo más lleno posible.

Cadenas: Son imprescindibles con nieve o hielo. Las encontramos de eslabones de acero, funda textil, tipo red o semiautomáticas. Haz clic aquí y podrás aprender cómo se montan.

Información meteorológica: Hoy disponemos de información del tiempo gracias a los móviles y otros dispositivos, por lo que solo deberemos iniciar la marcha si nos aseguramos de que no nos encontraremos con problemas.

Información del tráfico: Antes de salir es preciso examinar el itinerario más adecuado e informarnos de la situación del tráfico. Toda la información la podemos encontrar en infotransit.racc.es

Qué llevar en el coche: Mantas por si falla la calefacción, guantes (sobre todo para poner cadenas), pala para retirar la nieve, linterna, rasqueta para el hielo, víveres y agua. Y el móvil cargado.

Cursos de conducción: Aunque a menudo pensamos que tenemos todos los conocimientos de conducción, realizar un curso nos ayuda a evitar problemas, más en invierno. Más información en cursos.racc.es

Prepara tu coche para el invierno y asegúrate que tu vehículo circula en perfecto estado, pidiendo cita en centreraccauto.racc.es