¿Qué diferencias existen entre tipos de combustible?
Por: RACC Blog
Muchos conductores tenemos dudas razonables al repostar combustible. ¿Compensa económicamente poner el caro? ¿La mecánica del coche lo notará? ¿Me ahorraré averías?
En el post sobre gasolineras low cost nos planteábamos si repostar en estaciones de servicio con precios baratos podía perjudicar el vehículo e incidir en sus prestaciones. Quedaba claro que la única distribuidora oficial de combustible, CLH (Compañía Logística de Hidrocarburos), ofrecía una garantía de calidad para todo tipo de carburantes, aunque los aditivos podían ser distintos.
Algo parecido, pero en cualquier gasolinera, nos ocurre cuando tenemos que elegir entre dos tipos de gasolina (95 y 98) o de diésel (A y A+, aunque en algunas marcas la denominación es diferente), porque seguramente nos cuestionaremos que ‘si es más caro, por algo será’.
Diferencias de precios
El precio del combustible, sea cual sea, cambia constantemente y varía de una gasolinera a otra. Vamos a tomar un precio medio de principios de febrero de 2018 para ver cuál puede ser la diferencia:
- Un litro de gasolina de 98 octanos cuesta aproximadamente 0,127 € más que la de 95. Por lo tanto, si llenamos, por ejemplo, 40 litros, la diferencia por depósito es de 5,08 €.
- Entre un litro de gasóleo normal y otro plus la diferencia es menor, de 0,071 €. Por 40 litros representa 2,84 €.
Cada uno tiene que calcular lo que puede o quiere gastar de más al cabo del año, lo cual no solo incluye si pone el combustible más caro, sino también el tipo de seguro de coche contratado. Pero debemos valorar muy bien si realmente es conveniente el de mayor precio o no.
¿Gasolina de 95 o de 98?
En la gasolina, al repostar vemos que podemos elegir entre dos octanajes. La de 98 está mejor tratada a nivel químico, tiene mejores aditivos, menos azufre y es más refinada en general.
Como es lógico, es fácil pensar que, si queremos que nuestro motor de gasolina dure más y se comporte mejor, debemos repostar con la de 98.
Pero en realidad, ¿cómo asimila cada motor uno u otro octanaje? Solo en algunos coches, que coinciden con los más potentes o de mayor cilindrada, el propio fabricante aconseja (la información está normalmente bajo la tapa del depósito y, si no, en el manual del usuario) poner únicamente 98. En concreto, se suele recomendar cuando el motor tiene una compresión superior a 10,5:1.
En otros, vemos que se puede repostar una u otra indistintamente, y también encontramos los que indican el uso de 95 únicamente.
El dilema, por lo tanto, se plantea en saber cuando podemos llenar 95 o 98. Hay que tener en cuenta que el resultado de la gasolina de 95 octanos en coches convencionales, de potencia media, es bueno, y raramente vale la pena gastar más.
¿Gasóleo normal o plus?
Si en la gasolina la diferencia es el octanaje, en el gasóleo la encontramos en el cetano. El cetano va directamente relacionado con la calidad de ignición (o inflamabilidad) del combustible. A mayor cetano, más rápidamente se produce la inflamabilidad y, en consecuencia, se da mejor funcionamiento del motor.
El gasóleo A+ tiene (debe tener) más antiespumantes y antioxidantes y menor nivel de azufre. En conjunto, consigue un combustible diésel más refinado que el denominado normal o A.
La consecuencia tiene que ser un motor y el resto de componentes mecánicos con menos sedimentos y más limpios. Esto supone además una menor emisión contaminante que el de menor cetano.
En cuanto al consumo, la experiencia de muchos conductores dice que con el gasóleo+ el coche gasta un poco menos, pero no es una ciencia exacta.
En cualquier caso, cuando nos decidamos por uno u otro combustible, sea gasolina o gasóleo, mejor mantener el mismo tipo habitualmente y no ir alternando.