¿Es momento de comprar un coche eléctrico?
Por: RACC Blog
En un plato de la balanza, el precio medio de un vehículo eléctrico puede llegar a doblar el coste de un vehículo convencional de características similares.
En el otro plato de la balanza…
- Existen ayudas a la compra de 5.500 euros por un eléctrico con más de 72 km de autonomía.
- Se ahorra entre dos y cuatro veces más en consumo que en un vehículo de combustión.
- El mantenimiento cuesta un 30% menos.
- Están exentos de pagar peajes en las vías gestionadas por algunas administraciones (caso de la Generalitat de Catalunya).
- Disponen de aparcamiento gratuito en muchas ciudades.
- Tienen reducciones totales o parciales en determinados impuestos…
Si sacamos la calculadora y sumamos todas estas partidas, se acumula un ahorro de entre 7.000 y cerca de 30.000 euros en función del tipo de vehículo, su vida útil y los kilómetros recorridos al año. Lo que compensaría claramente el mayor coste inicial.
Lo vemos claro en la siguiente tabla:Entonces, ¿por qué los eléctricos suponen solo un 0,6% de las matriculaciones en España?
Tras analizar las ventajas económicas y medioambientales de la movilidad eléctrica, el estudio del RACC El vehículo eléctrico y su potencial de crecimiento intenta dar respuesta a esta pregunta:
- La inversión inicial es más elevada. Los usuarios no suelen tener en cuenta el coste acumulado a lo largo de la vida útil.
- La autonomía es inferior a un vehículo de combustión. Eso frena a familias que realicen desplazamientos largos (aunque solo sea ocasionalmente).
- La oferta de infraestructura de carga fuera de grandes ciudades es reducida.
- Los planes de ayuda son poco estables y se suelen agotar rápidamente.
- La información a los usuarios en los concesionarios es todavía escasa y los plazos de entrega son largos.
- La oferta de modelos eléctricos no es comparable a la de vehículos de combustión.
Insisto, ¿es momento de comprar un coche eléctrico? ¿O no?
Pues, basándonos en el estudio del RACC, todo depende de las necesidades de movilidad de cada uno y de las posibilidades de acceder a puntos de carga. Si se realizan diariamente entre 80 y 140 kilómetros y se dispone de puntos de carga al alcance, puede llegar a resultar la opción más económica a la larga y, desde luego, la más sostenible.
En el resto de casos, vale la pena sacar la calculadora y realizar un planteamiento a largo plazo, teniendo en cuenta los kilómetros que se realicen a diario, las distintas opciones de carga disponibles, las propias posibilidades económicas para hacer frente al pago inicial, la sensibilidad medioambiental de cada uno, así como los gastos derivados de poseer un vehículo, sea del tipo que sea (seguro de coche, revisiones mecánicas, etc…).