Hidrógeno, el combustible limpio
Por: RACC Blog
El hidrógeno, el elemento más abundante del universo, podría ser la alternativa definitiva a los combustibles fósiles en la automoción.
A día de hoy, tres fabricantes asiáticos ya han puesto en el mercado el coche de pila de combustible (o de hidrógeno). En realidad se trata de un vehículo eléctrico porque la energía que lo mueve es la electricidad. Pero los coches de hidrógeno (conocidos como “fuel cell electric vehicle (FCEV)”) tienen diferencias respecto a los eléctricos puros (BEV).
Diferencia entre coche de pila de combustible y eléctrico
La diferencia más importante radica en cómo se genera la energía. Los eléctricos convencionales se cargan en la red eléctrica, mientras que los de hidrógeno se alimentan de la descomposición de la molécula del hidrógeno.
¿Cómo se obtiene energía del hidrógeno?
En este vídeo se explica con claridad:
Impacto ambiental 0
Lo más interesante del coche de hidrógeno es que su energía es 100% limpia, solo emite H2O que sale por el tubo de escape en forma de vapor. Así pues, en el ámbito medioambiental el coche de hidrógeno supera con creces a las otras tecnologías.
Una alternativa al coche tradicional
La tendencia de la mayor parte de fabricantes es una apuesta clara por el coche eléctrico puro. Pero la autonomía y la lentitud en la carga aún pueden ser un freno. Repostar un depósito de hidrógeno lleva de 3 a 5 minutos y su autonomía puede alcanzar los 800 km, aunque ya se está trabajando en conseguir hasta los 1.000 km. En este vídeo podemos ver el proceso de repostaje de un coche de hidrógeno.
Inconvenientes
El primero es que los que están leyendo este post desde España aún no pueden comprar un coche de hidrógeno. Las marcas que lo fabrican han decidido no ponerlo a la venta todavía porque no hay una red de estaciones de servicio de hidrógeno. Aunque existe ya un proyecto para construir 20 hidrogeneras para el año 2020, las marcas probablemente no darán el paso hasta que sean una realidad.
El otro inconveniente es el precio. Los tres coches de pila de combustible de grandes marcas cuestan: Toyota Mirai, 57.000 €; Hyundai Nexo, 53.000 €, y el más asequible, el Honda Clarity Fuel Cell, 33.000 €.
También hay que señalar que repostar hidrógeno tiene un precio semejante al de un motor de combustión, con lo que en este apartado pierden respecto a los eléctricos puros.
Queda camino por recorrer
La implantación a gran escala de esta tecnología está lejos todavía. Pero queda claro que su potencial es muy grande, puesto que da respuesta al gran problema de la contaminación.
La Unión Europea ya está desarrollando proyectos y proponiendo ayudas económicas para promocionar el coche de pila de combustible. Aún así, si lo que se quiere es llegar al gran público, hay que seguir trabajando duro y facilitar cada vez más su acceso.