Para ser precisos, Cha Sa-soon –la “mujer coreana” del titular– necesitó de 960 convocatorias para obtener el permiso de conducir: 950 intentos para aprobar el teórico y tan solo 10 para el práctico. Según un reportaje del New York Times, se presentó al teórico cada día durante tres años hasta que consiguió aprobar. Su caso, ejemplo de obstinación y paciencia, tiene el récord mundial de la “especialidad” según la World Record Academy.

Ella invirtió más de 16.500 dólares en la hazaña (unos 13.000 euros al cambio actual), pero Hyundai no desperdició la ocasión y la convirtió en protagonista de un anuncio de televisión.

Anuncio de Hyundai protagonizado por Cha Sa-soon.

Los 960 intentos dejan en simple anécdota la reciente historia de una ciudadana británica de 28 años que ha suspendido el teórico 110 veces y, según noticia del pasado mes de julio, todavía no lo ha superado. El Daily Mail aprovechó la ocasión para elaborar la clasificación de conductores con más intentos para obtener el permiso en el Reino Unido.

Más allá de casos de récord, el sufrimiento que suelen provocar el examen de conducir y las clases previas es uno de aquellos temas recurrentes de conversación y, por supuesto, de broma. Los programas de cámara oculta han aprovechado la ocasión para tomar el pelo de profesores y examinadores. Ya sea disfrazando al piloto profesional Jeff Gordon de conductor novato…o con un verdadero catálogo de distracciones al volante.

Entre la realidad, el montaje y la cámara oculta está también la siguiente clase de conducir o cómo tomar una rotonda sin andarse con rodeos.

Más reales son los vídeos que pueden encontrarse en YouTube sobre la primera experiencia al volante: el de Tatum emociona por su sencillez e inocencia. Basta con echar un vistazo a los enlaces relacionados para ver otros ejemplos de este ritual adolescente.

Tan recordada experiencia es también carne de reality show. Del Driver Rehab (Conductor en rehabilitación) de la revista Car & Driver…

…al Canada’s Worst Driver (el Peor Conductor de Canadá), que ya suma 10 temporadas en Discovery Channel.

Quizás hubiese valido la pena que los participantes en estos programas hubieran pasado por una escuela de conducción con compañeros tan bien compenetrados como los que juegan a viajar en autobús sin más riesgo que perder el ritmo.

Para evitar que la obtención del permiso se convierta en un suplicio, los centros de RACC Autoescuela ponen todas las facilidades y las últimas tecnologías al servicio de los alumnos. El objetivo no es únicamente obtener el permiso sino convertirse, desde los primeros kilómetros al volante, en buenos conductores.