Mi hijo quiere conducir ya, ¿cómo puedo ayudarle?
Por: RACC Blog
Sacarse el carnet de conducir al cumplir los 18 años, o poco después, es algo deseado por muchos jóvenes, que ven cómo gracias a él puede aumentar su libertad y autonomía. Pero tampoco hay que olvidar que en esto de la conducción la experiencia es un grado, y que el riesgo de accidente entre los jóvenes, y más aún cuando son conductores noveles, se eleva enormemente. Aprende cómo ayudarle cuando tu hijo quiere conducir.
Si tu hijo quiere conducir tu actitud también es muy importante
¿Qué podemos hacer los padres para que nuestros hijos conduzcan de forma segura cuando empiezan a llevar el coche solos? Toma nota de los siguientes consejos:
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Predica con el ejemplo. “Los padres pueden tener un gran impacto sobre los niveles de seguridad en los jóvenes conductores, tanto sirviendo como ejemplo como con un comportamiento instructivo” se afirma en el informe “Jóvenes y conducción: un derecho y una responsabilidad”. Con los años a veces se adquieren conductas erróneas (como conducir con el brazo izquierdo apoyado en la ventanilla) que tu hijo puede copiar, restándole capacidad de reacción ante un imprevisto. Revisa si te ocurre e intenta modificarlo.
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Elige una autoescuela de confianza. La autoescuela del RACC es una buena opción porque ofrece a los que se están preparando para obtener el carnet B un útil curso de conducción segura en el que se les enseña, entre otras maniobras, cómo hacer una frenada de emergencia y se simulan los efectos del alcohol en la conducción, tal y como muestra el siguiente vídeo.
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Ofrécete para acompañarle los primeros meses. La conducción acompañada puede ayudar a tu hijo a aumentar su seguridad al volante siempre y cuando tu actitud sea la correcta. Si le dices constantemente lo que debe hacer o le corriges todo el rato puedes provocar, incluso, que se acabe distrayendo y se sienta más inseguro. Debes dejar que él lleve la iniciativa, haciéndole saber que si tiene alguna duda o si ves algo grave a corregir estás ahí para ayudarle. De tu actitud responsable depende, en buena parte, que tu hijo conduzca de forma prudente y segura.