Pon el coche a punto para ir a la nieve
Por: RACC Blog
Igual que el esquiador y su material necesitan una correcta puesta a punto para disfrutar de los deportes de invierno, el vehículo que nos lleva a la nieve debe estar preparado para hacer frente a las situaciones exteriores propias de la época fría.
Elegir las cadenas
Indispensables cuando cae la nieve, hay que saber elegir el tipo de cadena y, lo más importante, saber ponerlas. Las hay de diferentes tipos: las AutoSock, las de tela; las de toda la vida, de eslabones; o las Spyder. Las de tela, para uso esporádico, van muy bien, ya que se ponen rápido. El único requisito es que debe haber nieve en el asfalto, porque sin nieve pueden romperse.
Poner las cadenas
Las personas que no están acostumbradas a viajar en la nieve pueden no saber en qué momento y cómo se tienen que poner las cadenas. Por eso, es aconsejable entrenarse y colocarlas antes en un aparcamiento o en un descampado sin nieve.
Revisar el anticongelante
El agua del motor suele congelarse entre los –15 y los –18 °C. Hay que tener presente que si el anticongelante está en mal estado y se congela, aumenta de volumen y se pueden producir grietas y daños crónicos en el vehículo. Revisa el nivel de líquidos del vehículo antes de salir.
Las luces
En invierno los días son más cortos y en caso de nevada la visibilidad se reduce, situación en la que las luces del coche no pueden fallar. Por esta razón, antes de viajar a la nieve debe comprobarse que las luces funcionen y no estén fundidas, y que los antiniebla funcionen correctamente.
Las escobillas del limpiaparabrisas
Con el frío, las escobillas se pegan al cristal. Si se activan, se puede romper la goma. El mejor consejo es dejar la escobilla levantada y llevar líquido antihielo para tratar el parabrisas.
Revisar las baterías
Con el frío se descargan muy rápido y conviene revisarlas antes del viaje. Si la batería está a media carga y el coche pasa la noche fuera, es más probable que no arranque.
Prevenir es mejor que curar
Cuando nieva, existen más posibilidades de quedar colapsados en la vía, sin poder circular. Nunca está de más llevar en el coche unos guantes, una manta, agua y víveres; pueden ser de gran ayuda, así como una linterna, entre otros utensilios.
Saber conducir en nieve y hielo
No es lo mismo conducir sobre un asfalto seco o mojado que en una carretera nevada o helada. Las escuelas de conducción RACC (racc.es/cursos.conduccion) te ayudan a estar preparado para reaccionar en caso de un imprevisto, y también si hay nieve y hielo.
Si necesitas ayuda para la puesta a punto de tu vehículo pide cita en el Centre RACC Auto del carrer Dr. Trueta, 107, de Barcelona.