El “efecto túnel”, ¿cómo afecta en la conducción?
Por: RACC Blog
En ocasiones habrás oído hablar del efecto túnel en la conducción. ¿Sabías que la velocidad a la que circulamos condiciona sustancialmente nuestra capacidad de visión? Aunque muchos conductores no son conscientes de ello, cuanto mayor es la velocidad a la que conducimos, menor es nuestro campo de visión y, en consecuencia, también disminuye la capacidad de detectar riesgos y de reaccionar.
A mayor velocidad, menor campo de visión
La explicación es sencilla. Cuando conducimos, pasamos junto a las cosas y las personas a mayor velocidad, y nuestra visión solo es capaz de percibirlos de forma más difusa. Cuanto mayor es esta velocidad, más difusas son estas imágenes, y a la práctica, solo tenemos una visión nítida y clara de lo que tenemos justo enfrente pero no del entorno. Esto es lo que se conoce como “efecto túnel”.
Para hacernos una idea, si el ángulo de visión a velocidad reducida es de 104º, al circular a 65 Km/h, éste se reduce a 70º, y a 150 Km/h, solo podemos ver claramente aquello que se encuentre en un ángulo de visión de 18º. Todo lo que quede fuera de este pequeño ángulo, se nos escapa.
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A esta visión reducida, se le suman otros factores psicológicos que convierten el exceso de velocidad en un gran riesgo. Tal como informa la Dirección General de Tráfico (DGT) correr demasiado al volante puede suponer una mayor activación y, en consecuencia mayor fatiga, más posibilidades de distracción y respuestas emocionales vinculadas al estrés y no a una valoración objetiva del peligro.
Tenlo en cuenta: el efecto túnel, y lo que comporta, solo pueden evitarse circulando a una velocidad moderada.