Salimos de Vilafranca del Penedès, capital de la comarca del Alt Penedès y de la tradición vinícola. La cultura del vino está presente en todas partes: la arquitectura, la industria, la gastronomía y las actividades culturales de la ciudad. Antes de montarnos en las motos, damos una vuelta por las calles del casco antiguo de la ciudad, llenas de historia y de palacios medievales. Pero no podemos entretenernos demasiado ya hoy tenemos preparada una ruta de más de 80 km por la zona. ¡Y llegamos tarde!

Ya tenemos los motores en marcha y nos dirigimos hacia Sant Martí Sarroca. Apenas acabamos de empezar, casi no hemos tenido tiempo de acomodarnos en las motos y volvemos a poner los pies en el suelo…, aunque vale la pena. Sant Martí Sarroca es de obligada visita, principalmente el castillo del siglo X, declarado Bien de Interés Cultural, que se encuentra en una colina en el interior de la población.

El segundo pueblo por el que pasamos es Torrelles de Foix. Al oeste encontramos la Riera de Pontons, afluente del río Foix que pasa por la localidad. Este es un lugar rodeado de naturaleza y con mucha riqueza de agua. Podéis visitar sus fuentes, con 35 chorros rodeados por dos grandes cascadas y un merendero, llamadas las Dous. Si os apetece estirar las piernas, podéis subir al punto más alto del municipio, el Turó dels Quatre Termes.

Empezamos a perder de vista la llanura, y entramos en un terreno más abrupto con curvas y más curvas, pasando por Pontons, Valldossera y Les Pobles hasta llegar a Santes Creus. Y durante este recorrido hemos dejado atrás el Penedès para conocer la comarca del Alt Camp, sin perder de vista los viñedos en ningún momento. De junio a octubre es cuando más disfrutaréis del paisaje, ya que las viñas están en su máximo esplendor. De las hojas verdes de las cepas en verano, a las tonalidades de otoño a finales de la vendimia.

Las motos con las que viajamos han superado este tramo más complicado con nota. El primer modelo de Yamaha MT-07 que estamos probando en esta ruta responde a la perfección, tiene carácter, es cómodo y fácil de maniobrar. El doble disco de freno delantero nos va de perlas para aprovechar todas las curvas de la carretera, y más aún por su poco peso y la buena suspensión.

El otro modelo, la Yamaha TMAX SX Sport Edition, nos ha sorprendido: ¡sí, se pueden realizar rutas con una maxiscooter! Está pensada para sacar el máximo en cada punto, y a nosotros, aprovechando la cesión de BCN Motorbikers, sólo de ver el Akrapovič que equipa, enseguida nos han dado ganas de rodar. Y es que por la ciudad es ideal por la comodidad que ofrece, lleva un freno de mano perfecto para subidas o bajadas…; y en ruta la diversión no para, con un potente motor bicilíndrico de 530 cc (A2).

Como ya hace rato que vamos sobre la moto, decidimos parar en Santes Creus. Conocemos bien este lugar, pero cada vez que lo visitamos descubrimos algo nuevo. Si os gusta y tenéis tiempo, podéis aprovechar la estancia para hacer La ruta del Císter: de Cervera a Santes Creus que os propusimos en un post anterior. Un conjunto histórico y artístico medieval, de monasterios y monumentos que explican episodios de vital importancia de la historia de Cataluña de los siglos XII a XIV.

De Santes Creus nos dirigimos hacia el noreste, hacemos un cambio de sentido para ir regresando, pero no por el mismo lugar por donde hemos venido, sino por una carretera paralela, la C-37. Esta nueva vía nos permitirá descubrir otros pueblos y lugares de interés de la zona.

Enseguida nos encontramos en El Pont d’Armentera, donde los romanos construyeron el acueducto que alimentaba de agua la ciudad de Tarraco, a pocos kilómetros del río Gayá. Siguiendo la carretera pasamos por Querol, Esblada y Santa María de Miralles. Si os detenéis un rato aquí, visitad la iglesia románica de Santa María del castillo de Miralles, situada a los pies del castillo, en el interior de lo que fue el recinto fortificado.

Ahora sí, ya emprendemos los últimos kilómetros de esta ruta por la B-2121. Este último tramo dificultará la tarea a los dos modelos de Yamaha que nos han acompañado durante todo el día. Nos encontramos con curvas cerradas, a derecha e izquierda, que aumentan la dificultad del recorrido. Cruzamos el término municipal de La Llacuna, en la comarca de Anoia, y seguimos por la misma carretera hasta llegar a nuestro destino, las cabeceras del Foix. Pero si no os queréis arriesgar con la grava, podéis terminar el recorrido en Sant Joan de Mediona. Y es que no podíamos terminar esta escapada de mejor forma: con buenas vistas y rodeados de naturaleza. Este es un Espacio Natural Protegido, con desfiladeros y algunas pistas y senderos para seguir en moto o a pie. Tomad nota para pasar allí un día con la familia o con los amigos.

Ficha de la ruta

Mapa de la ruta completa

La ruta en imágenes

¿Os animáis a hacer esta ruta? Si descubría nuevos puntos de interés, dejad un comentario o compartirlos con la etiqueta #RutaRACC.