Seguro del coche: las coberturas clave que deben estar en tu póliza
Por: RACC Blog
El seguro es obligatorio para cualquier vehículo dado de alta, circule más o menos, todos los conductores deben disponer de una póliza que cubra una serie de riesgos básicos como aspectos legales, la protección ante posibles daños a otras personas, la protección de partes concretas del vehículo ante un golpe, etc. Hay distintos tipos de seguro de coche que pueden contratarse según las necesidades de cada conductor y las características de cada vehículo. Veamos las coberturas que no pueden faltar en el seguro del coche y otras que pueden ser útiles a tener en cuenta.
Las coberturas imprescindibles: RC y protección legal
- La responsabilidad civil: La RC cubre los daños que puedes causar a terceros, a otros conductores, ocupantes del vehículo, peatones, etc.
- La defensa jurídica: Esta garantía cubre para hacer frente a los gastos que pueden derivarse de un problema legal, un procedimiento judicial o administrativo.
Coberturas básicas del seguro de coche
- La cobertura de robo: cubre el robo total del coche y también de elementos o accesorios que se hayan declarado en la póliza. No acostumbra a cubrir objetos personales que puedas llevar en el interior, bolso, móvil, dinero, etc.
- La cobertura de rotura de lunas: cubre los daños en los cristales del coche, frontal, trasero, ventanillas laterales y, en algunos casos, también los espejos retrovisores exteriores e interiores.
- La cobertura de incendio: cubre los daños por fuego en el vehículo, por mala combustión, o un cortocircuito del sistema eléctrico.
La asistencia en carretera por avería o accidente
En la mayoría de los casos, el servicio de asistencia al coche por avería o accidente está incluido en el seguro, aunque es importante que lo compruebes en el momento de contratar la póliza. En algunos casos, hay un límite de kilómetros de distancia a tu domicilio, y no llegan a cubrirte cuando estás de viaje por el extranjero o en desplazamientos lejos de donde circulas habitualmente.
Terceros y daños propios, ¿cuándo te interesa?
El seguro a terceros: Puede ser adecuado para vehículos que ya tienen algunos años y se desee estar bien protegido, pero no se considere prioritario cubrir los daños a todo riesgo. El seguro completo a terceros incluye la RC, defensa legal, protección por robo, lunas e incendio.
El seguro a todo riesgo: Puede ser adecuado para vehículos nuevos y seminuevos, que desean una muy buena protección, y si se considera prioritario cubrir los daños propios, como rasguños en la chapa o defectos de pintura. En esta modalidad se puede incluir una franquicia con un valor pactado que deberá abonarse en caso de declarar un siniestro.
Si estás buscando un seguro a medida para tu coche, puedes ponerte en contacto con nuestro equipo para que te ayude a resolver todas las dudas.
Te puede interesar: Viaje largo en coche: preparativos y consejos