Los nuevos monoplazas llenarán el trazado del 20 al 22 de mayo con el aforo completo

La expectación creada por el nuevo campeonato del mundo de F1 ha hecho colgar el cartel de ‘sold out’ en las taquillas del Circuit de Barcelona-Catalunya, que se ha visto obligado a reforzar las entradas con nuevas gradas para ampliar el aforo. Dos años sin público en el único evento de Fórmula 1 en España han sido demasiado tiempo y los aficionados no han querido perderse el espectáculo de los nuevos monoplazas.

El gran circo llega a Barcelona con Ferrari y Red Bull como grandes dominadores del campeonato, donde Charles Leclerc ha ganado dos carreras (Baréin y Australia) y Max Verstappen, tres (Arabia Saudí, Emilia Romagna y Miami), siendo el francés de la Scuderia Ferrari el líder del campeonato. Carlos Sainz (5º en el campeonato) y Fernando Alonso (16º) volverán a centrar el protagonismo en el gran premio de casa.

El director del Circuit de Barcelona-Catalunya, Josep Lluís Santamaría, explicó hace unos días que “estamos muy contentos de poder acoger otra vez con capacidad plena al público en el Circuit, después de dos años sin ellos. Además, en lo deportivo, este año se presenta muy emocionante con los dos pilotos de casa y las novedades que aporta el nuevo monoplaza”.

Pero la principal novedad de este 2022 serán los cambios efectuados en la reglamentación y en los nuevos monoplazas, llamados a revolucionar un campeonato dominado por Mercedes en los últimos años y donde se pretende que el talento del piloto sea más decisivo y la igualdad entre coches, mayor.

LOS CAMBIOS

Para ello se han implementado una serie de cambios, como el retorno del efecto suelo, las llantas de 18 pulgadas y unos coches más robustos y de mayor tamaño, con un peso mínimo de 795 kilos, 43 más que los anteriores. La simplificación de los alerones delanteros y traseros y la desaparición de los bargeboards –las placas laterales situadas detrás de las ruedas delanteras– fueron uno de los puntos más pretendidos por Ross Brawn, que trabajó con el grupo de técnicos que desarrollaron los nuevos cambios, que han permitido que los laterales resistan impactos de mayor dureza.

Estas medidas van enfocadas a que los coches no pierdan carga aerodinámica al perseguir a un oponente, evitando el excesivo calentamiento de los frenos o la degradación de los neumáticos, para favorecer las batallas en pista y la competitividad.

El rediseño de las llantas también ha sido una de las principales novedades, cuyo objetivo es el de reducir el calentamiento de unos neumáticos igualmente rediseñados en su carcasa y compuestos.

Los cada vez más altos costes de desarrollo de los monoplazas también se han querido frenar, con la simplificación de muchos componentes, la estandarización de otros y el menor coste de muchas de las piezas que componen el vehículo, primando que la sostenibilidad financiera de los equipos no se viera afectada en el futuro. Para ello también se ha marcado un techo presupuestario de 124 millones de euros por temporada.

En cuanto a la normativa, se han introducido cambios en las pruebas del túnel de viento, reduciendo el número de test permitidos según la clasificación del equipo durante la temporada anterior –a mejor clasificación, menor número– y se ampliarán a seis las carreras al sprint (Baréin, Imola, Montreal, Red Bull Ring, Zandvoort y Interlagos).

Con todo ello, el GP Pirelli de España de F1 en el Circuit de Barcelona-Catalunya volverá a llenar las gradas y a ser una fiesta como en años anteriores.