Kubica_GP Canada_2007
Por: RACC Blog
Era el segundo año del piloto RACC Carlos Sainz en el Mundial de Rallys con Toyota. Su copiloto: Luis Moya, también piloto RACC. Ambos estaban enrolados en el Toyota Team Europe, bajo la dirección de Ove Anderson. Este rallyman sueco reconvertido en manager, se había fijado en un piloto español que debutando en el rally Mil Lagos en 1988, ante los pilotos más veteranos y mejores especialistas, había acabado sexto con un Ford Sierra Cosworth de dos ruedas motrices traseras. Anderson se declaró impresionado por la forma de hablar y la determinación de Sainz, y lo fichó para la temporada siguiente, 1989, en la que el piloto madrileño quedó octavo tras disputar siete rallys.
Ya en 1990, en la quinta prueba del Mundial, el rally Acrópolis, Carlos Sainz logró la primera victoria de un piloto español en el Mundial de Rallys. El rally era de una extrema dureza, con temperaturas de 50º en el interior del coche y con tramos llenos de polvo y delicadamente rápidos. Sainz inscribió su apellido en el Olimpo griego ante nombres que eran por entonces los escogidos de los Dioses como Vatanen, Allen, Biasion, Ericsson o Kankkunen. Sainz-Moya fueron campeones el Mundial ese mismo año, en 1990.
Sainz repitió victoria en el Acrópolis en el 94 y en el 97, con Subaru y Ford. Fue, junto al mítico Walter Röhrl, el único piloto en conseguir ganar tres ediciones del Acrópolis con tres marcas diferentes.
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