Un hogar no es solo un sitio físico donde poder vivir. También es un espacio que nos proporciona seguridad, confort. Un lugar donde creamos recuerdos y vínculos emocionales. Precisamente por eso, tomar la decisión de alquilar o comprar una vivienda se hace tan complicado. Cada detalle cuenta para poder construir un sitio ideal donde poder vivir en armonía. Pero antes de elegir entre todas las opciones, es recomendable que prestes atención a algunos puntos para evaluar el inmueble y evitar sorpresas.

Factores previos

Antes de empezar a buscar activamente, establece un presupuesto realista que no solo tenga en cuenta el coste máximo de la vivienda que puedes permitirte, sino también el desembolso inicial que supondrá (por ejemplo, la entrada, la fianza, los impuestos, la hipoteca, el mantenimiento…).

Asimismo, determina las características del inmueble, y la ubicación, prestando atención a detalles como la proximidad al transporte público, supermercados, centros de salud o el ruido de la calle.

Análisis de la vivienda

Teniendo claros estos requisitos, empezaría la búsqueda y visita de los posibles hogares, revisando cuidadosamente algunos aspectos fundamentales. Uno de ellos es la valoración del estado estructural tanto de la vivienda como del edificio. Fíjate en las paredes para comprobar que no tienen humedades ni grietas, cerciórate de que las ventanas ofrecen un buen aislamiento y comprueba que el suelo esté en buenas condiciones también. Igualmente, visita el inmueble a diferentes horas del día para confirmar cuántas horas de luz solar recibe la casa.

Por lo que respecta a las instalaciones, no dudes en comprobar que el sistema eléctrico e hidráulico funcione bien. En cuanto a la fontanería, examina que no existan fugas, que tiene agua caliente y fría y verifica que hay buena presión. Si la vivienda cuenta con suministro de gas, puedes solicitar el certificado de instalación y preguntar por la fecha en la que se hizo la última revisión. 

Otro punto a destacar es analizar el sistema de seguridad de la vivienda. Para ello, echa un ojo a la puerta principal, verifica si hay portero automático y, en caso de existir zonas comunes, corrobora que cuenten con sistemas de videovigilancia.

¿Qué pasa con las zonas comunes?

Sobre todo en caso de optar por la compra, pide información sobre el tejado y las canaletas, ya que muchos problemas de goteras tienen su origen ahí. También revisa el estado de los balcones, las terrazas y los patios en caso de que la vivienda tenga estos espacios. 

Por otro lado, es aconsejable conocer las normas de la comunidad, así como saber cuáles son las cuotas de mantenimiento y si hay derramas pendientes de pago. En caso de que sea una vivienda de alquiler, también es importante disponer de esta información y acordar a quién corresponde este gasto en caso de existir. 

Desperfectos en una casa de alquiler

Si tu opción es buscar una casa de alquiler, pero durante las visitas has observado desperfectos, lo más recomendable es que, antes de firmar el contrato, estos queden reflejados en él. De esta manera se evitarán conflictos a la hora de determinar quién es el responsable de reparar o sustituir un bien.

Una solución es añadir un anexo al contrato que incluya un inventario y las fotos de los daños y desperfectos observados, así como del estado de los muebles o electrodomésticos, si es que la vivienda viene equipada. Esto servirá como prueba en caso de disputas futuras. En el mismo contrato puede quedar también definido quién se hará cargo de las reparaciones o sustituciones. 

No te quedes con ninguna duda

Antes de la firma, asegúrate de que todas tus dudas son resueltas, ya que de esta manera evitarás sobresaltos y, sobre todo, contratiempos económicos.

Entre las preguntas que se pueden realizar están saber si los suministros están dados de alta, si se admiten mascotas en el domicilio, si existen gastos adicionales y a cuánto ascienden (comunidad, tasa de basuras, subida del IPC…), o si la vivienda se alquila o vende con muebles y electrodomésticos.