Los electrodomésticos llegaron para hacer la vida en casa más fácil. Y, en este ámbito, uno de los más codiciados es el lavavajillas: tarde o temprano encuentra su espacio en las cocinas de los hogares. Su utilización es muy sencilla y nos ahorra tiempo y trabajo. Sin embargo, a la hora de colocar la vajilla, debemos tener cuidado tanto para evitar que los utensilios se rompan como para impedir averías de la máquina. 

El primer paso es colocar cada utensilio del menaje en el lugar que le corresponde. Así pues, los lavavajillas, comúnmente, suelen tener dos carros de carga:

• En el de arriba está el espacio reservado para copas, vasos, tazas y tazones. Asimismo, en los laterales de este espacio hay unas bandejas horizontales donde se deben colocar los cubiertos de cocina (cucharas de madera, espátulas, lenguas de gato…).
• En la parte de abajo se colocan los platos, siempre mirando hacia adentro y respetando el espacio que marcan las guías que los sostienen. De esta manera se consigue que el agua llegue correctamente al interior y la limpieza sea óptima. También en este carro inferior se colocan las sartenes y ollas. Igual que sucede con los platos, deben mirar hacia adentro y, en este caso, hay que inclinarlas ligeramente. Por último, en la parte inferior también se habilita un espacio para el cesto de los cubiertos. Mientras los cuchillos se deben colocar con el mango hacia arriba, por motivos de seguridad, los tenedores y las cucharas se deben posicionar con el mango hacia abajo.

Con todo colocado en el interior, el segundo paso es elegir el programa correcto. De esta manera se ahorra agua y energía, pues el lavado se realizará a la perfección con un solo intento.

Aquí destacamos cuatro programas de lavado:

• Programa de remojo: durante un tiempo prolongado se remojan los platos en agua tibia. Es útil para cuando los utensilios están muy sucios, pues ayuda a eliminar la suciedad.
• Programa corto: es el más utilizado por su rapidez. Pero se debe hacer uso de él cuando los platos no estén ni muy sucios ni muy grasientos.
• Programa ecológico: la limpieza se hace a una temperatura más baja que la del programa corto. Por eso se debe utilizar con platos no muy sucios.
• Programa energético: si el contenido está muy sucio, este es el programa más  adecuado. La temperatura de lavado suele estar en 70ºC para garantizar un lavado perfecto.

Asimismo, es importante comprobar, antes de poner en funcionamiento el lavavajillas, que las aspas giran sin que ningún plato, cazuela o cubierto entorpezca su movimiento. También es recomendable cargarlo a su máxima capacidad, ya que así se aprovechará más la energía y se perderá menos agua, pero hay que evitar sobrecargarlo.

Por último, recuerda que para garantizar el correcto funcionamiento de este electrodoméstico hay que hacerle un mantenimiento cada cierto tiempo. Olvídate de imprevistos protegiendo tu casa y las personas con el seguro de hogar del RACC.