Consejos y posturas para cuidar la espalda
Volvemos a la rutina, las tareas, el trabajo de oficina… y es probable que todo ello comprometa el bienestar de nuestra espalda. Ante esta posibilidad, ¿cómo podemos protegerla para no sufrir molestias, qué solemos hacer mal, qué ejercicios y estiramientos van bien, cómo hemos de cargar peso…?
¿Por qué nos duele?
El dolor de espalda es una patología muy frecuente en nuestra sociedad generada por las posturas y movimientos adoptados en las tareas cotidianas. Se cree que llega a afectar al 80% de la población en algún momento de la vida.
Una buena postura es una parte importante de nuestra salud a largo plazo. Si mantenemos nuestro cuerpo en la posición correcta, tanto en movimiento como parados, evitaremos dolores, lesiones y otros problemas de salud. Por lo tanto, debemos ser conscientes de ello y adoptar buenos hábitos posturales que nos ayuden a mejorar la musculatura, evitar contracturas y prevenir lesiones.
Practicar la higiene postural
Para evitar los problemas de espalda es fundamental la higiene postural. Y la clave para lograr una buena postura es la posición de su columna vertebral. Para que sea correcta, debe respetar las tres curvas naturales de la columna (cuello, parte media y parte baja de la espalda). La cabeza debe mantenerse erguida sobre los hombros y los hombros deben alinearse con las caderas.
Debemos tomar consciencia de nuestra postura en actividades de la vida diaria, cotidianas, desde lavarnos los dientes, incorporarnos desde la cama o desde una silla, estar en el sofá, pasear, cocinar, etc. y hacer que esas posturas correctas sean rutinarias.
Si debemos estar mucho tiempo sentados por trabajo, estudiando (niños, adolescentes…), etc., se recomienda:
- Sentarnos correctamente: apoyar ambos pies en el suelo, no cruzar las piernas y mantener los pies apoyados en el suelo o en un reposapiés y un poco adelantados en relación con las rodillas, además de mantener la espalda recta con la zona lumbar en el respaldo.
- Ajustar la altura de la silla correctamente, de manera que nos permita mantener las rodillas flexionadas, los muslos y las caderas en paralelo con el cuello, y con reposabrazos, de modo que los brazos descansen suavemente sobre ellos con los hombros relajados.
- Realizar descansos frecuentes, aproximadamente cada 45 minutos, aunque suponga únicamente incorporarnos y caminar alrededor de la mesa de trabajo, por el pasillo de casa, etc.
- Realizar ejercicios de suelta articular de cervicales, hombros, codos, muñecas, etc.
Aunque nos sorprenda, estar sentados es la postura que sobrecarga más la columna vertebral respecto a estar de pie o estirados, por lo tanto, los trabajos que impliquen estar sentados durante largos periodos de tiempo deberían prestar especial atención a las medidas higiénicas posturales.
Si precisamos estar mucho tiempo de pie:
- Mantener los hombros hacia atrás y la cabeza erguida.
- Separar un poco los pies colocándolos más o menos a la altura de los hombros.
- Dejar que los hombros y las extremidades superiores cuelguen de forma natural.
- Evitar que el estómago sobresalga, ya que a veces nos sentimos más cómodos aumentando la curva lumbar, pero así solo conseguiremos aumentar la presión sobre esta zona.
- Procurar no sobrecargar las piernas realizando pequeños movimientos que nos permitan realizar carga sobre una u otra extremidad de manera alterna.
- Evitar la hiperextensión de rodillas, realizando pequeñas flexiones de rodillas algunos minutos.
A la hora de cargar un peso es importante:
- Separar las piernas.
- Doblar las rodillas, nunca la cintura ni arquear la espalda.
- Mantener el objeto lo más cercano al cuerpo.
- Mantener los músculos del abdomen apretados en la medida que elevamos el objeto.
- Elevarlo usando los músculos de la cadera y rodillas.
- No realizar giros bruscos de columna cuando se trasladan objetos o para depositarlos.
Al estar estirados es recomendable:
- Colocar una almohada debajo de las rodillas si se está tumbado boca arriba, o a la altura de las caderas en caso de estarlo boca abajo.
- Si se está estirado de lado, se recomienda tener las rodillas un poco flexionadas.
- Mantener la cabeza y el cuello en línea con la columna vertebral.
En relación con los dispositivos electrónicos, para un buen uso del ordenador portátil o la tableta es recomendable:
- No apoyarlos directamente sobre las piernas, sino en una superficie que permita mantener las muñecas y el cuello extendidos.
- Realizar pausas.
- El teléfono móvil sigue las mismas directrices comentadas: mantener la espalda recta, sin adelantar o flexionar el cuello si lo tenemos en la mano, realizar pausas y, sobre todo, no mantenerlo entre el oído y el hombro si las manos están ocupadas ya que es preferible el altavoz o auriculares.
Consecuencias más allá de la espalda
Las consecuencias de los malos hábitos posturales pueden ir más allá de la espalda.
- Una mala postura cervical puede provocar migrañas a largo plazo.
- Si se mantiene una postura encorvada también se puede generar acidez de estómago.
- El sistema pulmonar necesita del diafragma para expandirse completamente, por lo que una mala postura puede provocar problemas respiratorios.
Buenos consejos
- Tener en cuenta que la postura más cómoda no siempre es la más correcta.
- Recordemos que un lugar de trabajo cómodo puede hacernos sentir mejor. Así que tengamos en cuenta estas medidas al volver a la oficina.
- Existen las llamadas “escuelas de espalda” con programas educativos que enseñan de forma práctica cuidados de la espalda, posturas, mecánica del cuerpo y ejercicios de espalda y de prevención de problemas de espalda a largo plazo.
- En YouTube disponemos de videos donde se facilitan ejercicios sencillos de suelta articular que se realizan en un par de minutos y nos ayudan a compensar hábitos y posiciones del día a día.
- Podemos descargarnos gratis “La guía de recomendaciones para preservar la salud de la espalda” a través de la página web http://eede.es/.
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