Derechos y obligaciones de los consumidores
En una era marcada por el consumo constante y variado, ser consumidor es un papel que, en mayor o menor medida, ejercemos en la sociedad.
Y no solo eso, sino que, desde el punto de vista de la economía, es crucial. Sin embargo, con este poder adquisitivo tiene una responsabilidad adjunta: conocer y ejercer los derechos, así como asumir las obligaciones que conlleva ser un consumidor.
Un conjunto que se encuentra recogido en el Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se encuentra el texto refundido de la ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias.
Por eso, vamos a analizar algunos de los derechos básicos y las responsabilidades que todo consumidor debe saber.
Derechos del consumidor
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Derecho a la información
Los consumidores tienen derecho a recibir información clara y precisa sobre los productos o servicios que desean adquirir. Esto incluye detalles sobre precio, características, garantías, forma de pago, forma de entrega y cualquier otra condición relevante.
Además, los comercios que hagan ventas online deberán identificarse en la web con su nombre o razón social, el CIF, domicilio y datos de contacto.
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Derecho a la seguridad
Los productos y servicios deben ser seguros para su uso. Los consumidores tienen el derecho de exigir productos libres de riesgos que puedan afectar su salud o seguridad. Por ello, la normativa establece que no se puede comercializar ningún producto que no haya pasado el control de seguridad regulado en el Real Decreto 1.801/2003, de 26 de diciembre, sobre seguridad general de los productos.
En España existe la llamada Red Alerta, integrada en el sistema europeo de alerta (RAPEX). Lo que permite es conocer cuáles son los productos o servicios que conllevan un riesgo grave, mediante una comunicación que todo aquel que desee puede consultar. Asimismo, el consumidor también puede poner en conocimiento la peligrosidad de algún producto.
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Derecho a la elección
Los consumidores tienen la libertad de elegir entre diferentes opciones a precios competitivos. Esto fomenta la competencia y protege a los consumidores de prácticas monopólicas.
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Derecho a reclamar
Los consumidores tienen derecho a presentar reclamaciones y, en algunos casos, recibir compensación, si el producto no cumple con las funciones descritas o si está defectuoso.
No obstante, el reembolso depende de:
– Si la compra se ha realizado a distancia y los artículos están en perfectas condiciones, el plazo es de 14 días para devoluciones a partir del día de la entrega. Quién acarrea con los costes de devolución dependerá de la política de cada negocio, pero deberán quedar bien explicados en la web.
– Si la compra se ha realizado en una tienda física, solo se tiene derecho a devolución si el producto está en perfecta condición y siempre y cuando el establecimiento así lo reconozca.
En este apartado hay que hacer hincapié en cómo hacer una reclamación.
– Si la tienda es física, estas están obligadas a tener hojas de reclamaciones. Son unos formularios preestablecidos que hay que rellenar. No se necesita adjuntar ninguna prueba, si no se quiere.
– Si la tienda es a distancia, hay que buscar en apartado habilitado para reclamaciones que figure en la web o enviar un correo a la dirección que se indique. Si estas opciones no están disponibles, existiría la posibilidad de dirigir una reclamación a los organismos de consumo, siempre que la empresa tenga domicilio en España. En el caso de tratarse de una empresa dentro de la Unión Europea, se realizaría el trámite a través del Centro Europeo de Información al Consumidor. Y en el supuesto de que la empresa no tuviera domicilio en la Unión Europea, la reclamación se convierte en una gestión complicada al tener que hacerla a través de los organismos administrativos del país de origen.
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Derecho a reclamar una garantía
Cuando se compra un producto nuevo y este presenta defectos, no funciona o no cumple con las especificaciones, el consumidor tiene derecho a hacer uso de la garantía. Existe la normativa de que la garantía, para artículos de primera mano, nunca será menor a 3 años, mientras que para los adquiridos en segunda mano contarán con, mínimo, un año de garantía. En el caso de necesitarla, la responsabilidad se pedirá a la persona vendedora. Y este tiene la obligación de reparar o sustituir el producto en el menor tiempo posible.
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Derecho a la protección de datos y pagos seguros
Este es un aspecto fundamental en cualquier transacción, pero todavía más importante en la era digital. Por lo que respecta a la protección de datos, estos deben ser tratados de manera transparente, segura y con consentimiento explícito, pudiendo el comprador solicitar correcciones o, incluso, la eliminación.
En cuanto al pago, además de comprobar que el sitio es seguro, la empresa debe ofrecer diferentes modalidades de pago, así como proporcionar información sobre el coste, las tarifas o las condiciones de pago.
Obligaciones del consumidor
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Leer y comprender los contratos
Es responsabilidad del consumidor leer y comprender los términos y condiciones antes de realizar una compra. Para evitar disgustos, es importante prestar atención a los derechos de cancelación, a las políticas de devolución, así como a las condiciones de garantía del producto.
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Uso responsable de los productos o servicios
Los consumidores tienen la responsabilidad de utilizar los productos o servicios siguiendo las instrucciones proporcionadas. Solo así se evita poner en riesgo la seguridad, tanto propia como ajena.
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Pago oportuno
En el caso de existir un plazo acordado para realizar un pago, es muy importante que el consumidor lo realice dentro del tiempo y en la modalidad de pago pactada. Si no, se pueden sufrir recargos o penalizaciones.
Recomendaciones
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Mantente informado
Al realizar una compra, especialmente en las realizadas online, dedica un tiempo a comprobar la veracidad del establecimiento, los plazos de devolución, garantías… Además, siempre es aconsejable estar al tanto de los derechos y las obligaciones del consumidor para saber cómo desenvolverse con seguridad en caso de ser necesario.
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Conserva documentos y recibos
Guarda todos los recibos, facturas y contratos relacionados con tus compras. Estos documentos son fundamentales a la hora de resolver algún conflicto, ya que no dejan de ser el comprobante de la transacción.
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Busca asesoramiento legal, si es necesario
Si enfrentas problemas significativos con un producto o servicio y no puedes resolverlos por ti mismo, considera contactar con organizaciones de protección al consumidor.