Invierno libre de gripes y catarros

Por: RACC Blog

Claves para evitar gripes y catarros en invierno

Dolor de garganta, congestión nasal, malestar general… son algunos de los síntomas típicos de gripes y catarros, dos infecciones que cada invierno vuelven a la carga. Para evitarlas es fundamental tener un sistema inmunitario fuerte, y si sigues unos hábitos de vida que lo refuercen tendrás mucho ganado.

Claves para fortalecer tus defensas

Tu sistema inmunitario ganará en eficacia si…

  • Incluyes en tus menús alimentos ricos en betacarotenos, el pigmento responsable del color anaranjado de la zanahoria o la calabaza. Esta sustancia se transforma en el organismo en vitamina A, que juega un papel fundamental en el buen estado de piel y mucosas (la primera barrera que deben sortear virus y bacterias). También es importante que en tus recetas sean protagonistas ingredientes ricos en vitamina C (como cítricos, pimientos, verduras de hoja verde…) y zinc (presente en mariscos y pescados, el plátano, la levadura de cerveza…), ambos de acción antiviral. Los alimentos de color blanco, como la cebolla y el ajo, también son muy recomendables debido a sus cualidades antimicrobianas.
  • Haces ejercicio regularmente. La actividad física ayuda a que los anticuerpos y los glóbulos blancos (las células encargadas de proteger a tu organismo frente a virus y bacterias) circulen de forma más rápida por el cuerpo. Pero eso no es todo, también contribuye a eliminar de forma más rápida las toxinas que pueden reducir la eficacia de tus defensas. Para notar los beneficios del deporte sobre la salud, la OMS recomienda dedicar un mínimo de dos horas y media a la semana a una actividad física moderada. Tampoco se trata de exponer a tu organismo a un gran sobreesfuerzo: excederse con el deporte puede provocar justo el efecto contrario: generar más cortisol (la hormona del estrés) que en exceso contribuye a debilitar nuestras defensas.
  • Duermes lo suficiente. Un correcto descanso es fundamental para mantener un buen nivel de glóbulos blancos. Procura dormir entre 7 y 8 horas al día.
  • Ventilas tu casa cada día. Abre las ventanas y deja que el aire se renueve al menos durante 10 minutos. Así facilitas que los virus no se concentren en las diferentes estancias de tu hogar. El uso de un humidificador también puede ayudarte a reducir el riesgo de molestias respiratorias como el dolor o la sequedad de garganta. Ten en cuenta que la calefacción reseca mucho el ambiente.
  • Te lavas las manos con frecuencia. A través de ellas podemos contagiarnos y contagiar a nuestro entorno. Para evitarlo, cuando te las laves hazlo a conciencia, sobre todo (y si en ese momento puedes) después de estornudar o sonarte y antes de comer. Pero no te confundas y estés todo el día lavando tus manos porque podrías debilitar tu piel y facilitar la entrada de virus y bacterias a través de ella. El siguiente vídeo explica de forma muy sencilla e ilustrativa cómo hacerlo.
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=o6C1EuFVr14?rel=0&w=640&h=360]

 

Los niños, más vulnerables

Los más pequeños de la casa son especialmente sensibles al efecto de virus y bacterias. ¿El motivo? Su sistema inmunitario aún se está formando, y por eso tienen menos capacidad para defenderse. Por eso en ellos son más comunes infecciones como las bronquitis y las amigdalitis. Para reducir su riesgo, además de seguir los consejos que acabamos de proponerte, es importante que no les abrigues en exceso cuando salgan a la calle (un gran contraste de temperaturas puede debilitarles, por lo que tampoco se recomienda que la calefacción esté excesivamente alta) y que, eso sí, cubras bien su boca y su nariz. Evita que compartan platos, cubiertos, toallas… con otros niños y, cuando entren en casa, lávales bien las manos.

Por último recuerda que el Ministerio de Sanidad recomienda a la población de riesgo, como los mayores de 65 años o los niños de más de seis meses con ciertas enfermedades crónicas, vacunarse de forma anual contra la gripe.

Para encarar el invierno con total tranquilidad, contrata la asistencia sanitaria con el RACC, que incluye el servicio Médico de Guardia 24h, que no solo resuelve tus consultas médicas y las de tu pareja, sino que también puedes preguntar sobre tus hijos.