Las cinco averías más comunes de una lavadora
La aparición de la lavadora supuso toda una revolución en cuanto a la manera de hacer las coladas se refiere. A lo largo de los años, este electrodoméstico se ha consolidado como un imprescindible en los hogares y, debido a su elevado uso, las averías pueden aparecer.
En algunos casos, la reparación puede ser rápida; incluso pueden prevenirse con un buen mantenimiento. En los casos en los que la gravedad sea mayor, se necesitará a un profesional para poder solventar el problema.
A continuación, detallamos las cinco averías más comunes que puede sufrir una lavadora.
1. No va el centrifugado
Si nuestro electrodoméstico no centrifuga, puede deberse a varias razones. Por ello, lo primero que debemos hacer es comprobar que todos los cables estén bien conectados y en buen estado, para descartar que el problema esté provocado por esta causa. También puede originarse por un fallo en la bomba del agua, y para solucionar este supuesto se requerirá de un técnico.
En otras ocasiones, el problema puede estar relacionado con el condensador de arranque, que es el mecanismo que se encarga de aumentar las revoluciones cuando llega este momento del lavado. Para determinar si este es el origen del inconveniente, bastará con apreciar si la función se realiza correctamente sin ropa en su interior. Si con el tambor vacío centrifuga, pero cuando se llena no, significará que el condensador está averiado.
Finalmente, puede ser que esta función no se produzca con determinados programas. Por ello, deberemos detectar cuáles son los que fallan. Si, por el contrario, vemos una anomalía en todos, es muy probable que sea porque el sistema de programado ha dejado de funcionar.
2. Pérdida de agua
Si la lavadora pierde agua, deberemos localizar el lugar por el que se produce la fuga.
En el caso de que sea por el cajetín, la solución es rápida y sencilla: bastará con sacarlo y limpiarlo bien. Los restos de jabón que se acumulan son los causantes de este contratiempo.
La pérdida del agua puede producirse por debajo de la lavadora. Aquí se abren dos posibilidades. La primera es que esté provocada por la manguera de desagüe. La segunda, que esté relacionada con la entrada del agua. Para ambos casos, antes de llamar a un técnico, atenderemos a que los tubos no estén doblados, atascados o mal conectados. En el caso de estar en mal estado, deberemos contactar con el servicio de reparación.
3. Problemas a la hora del desagüe
Normalmente, si nos encontramos con problemas de desagüe, puede deberse a:
- Filtro atascado: se soluciona extrayendo el filtro y limpiándolo. Aunque no es una faena complicada, sí que es delicada al tratarse de una pieza frágil. Este atasco suele producirse al quedarse pequeños fragmentos de tela o hilos acumulados.
- Atasco de mangueras internas: en este caso, requeriremos la ayuda de un técnico para que desmonte la lavadora y limpie la suciedad.
- Bomba del desagüe: si la bomba deja de funcionar, lo que pasará es que el agua utilizada quedará dentro del bombo. La solución pasa por un técnico, que será quien la repare o sustituya en función de la gravedad.
- Si el problema a la hora de desaguar es debido a una avería eléctrica de la lavadora, también deberemos llamar a un técnico.
4. El tambor no gira
Si el tambor de la lavadora no gira, puede ser por una rotura de la correa del tambor o por un desgaste de las escobillas.
Para saber si es la correa lo que falla, con el electrodoméstico apagado, haremos girar manualmente el tambor. Si no hay resistencia, un técnico deberá venir a cambiar la correa vieja por una nueva.
5. Fuerte ruido durante el centrifugado
Un ruido mayor o excesivo durante la fase del centrifugado puede deberse a que los amortiguadores o cojinetes están desgastados como consecuencia de su uso. Si apreciamos alguna anomalía sonora durante este proceso, lo recomendable es llamar cuanto antes a un técnico. Si se sigue utilizando la lavadora, el problema podría ir a más y dañar el eje o, incluso, el bombo del aparato.