Los electrodomésticos que más consumen
La subida de los precios de la luz nos ha hecho tomar conciencia de pequeños gestos que nos pueden ayudar a ver cómo se reduce la factura. Un ejemplo es utilizar luz solar o apagar aquellos aparatos que no estemos utilizando. Desde los ayuntamientos también se han tomado medidas, ya que en algunos municipios se han cambiado las bombillas tradicionales por luces led.
En los hogares podemos conseguir que nuestro consumo sea menor. Una manera sería apostar por los electrodomésticos de clase A, identificados con el color verde en la tabla de calificación energética, ya que tendrán un consumo menor que los de clase C (color naranja) o clase D (color rojo). Pero si no tenemos la intención de renovar nada y queremos saber cuáles son los electrodomésticos que más consumen, aquí te dejamos una lista y algunos consejos para no despilfarrar energía.
El frigorífico
Este electrodoméstico, de gran utilidad para la conservación de los alimentos, lo encontramos en todas las casas. Es una de las máquinas que está en continuo funcionamiento y que no podemos desconectar de la toma de luz, si queremos que siga funcionando. Por esa razón, es uno de los elementos que encontramos en un hogar que más electricidad consumen. Como hemos indicado anteriormente, podemos apostar por uno nuevo de clase A. Pero si esta opción no está en vuestros planes, es recomendable dejar un espacio en la parte trasera y que esta no esté en contacto directo con la luz ni con una fuente de calor. Asimismo, una de las premisas que ya conocemos es mantener la puerta cerrada, de esta manera favoreceremos a que se mantenga la temperatura interior. Una temperatura que no tiene que ser extremadamente baja: para la nevera sería suficiente con 5°C, y para el congelador con -18°C.
La limpieza también es clave en el ahorro de la energía. Es aconsejable quitar el polvo de la parte trasera para evitar un sobrecalentamiento del motor. Pero también hay que prestar atención al interior, puesto que solo tres milímetros de escarcha hacen que el frigorífico deba trabajar un 30% más.
El televisor
La tecnología para este electrodoméstico está en constante evolución. La gran revolución fue pasar a las televisiones planas. No solo fue un cambio estético sino también económico, ya que, actualmente, las pantallas son led y tienen un consumo inferior. Pese a esto, debemos ser conscientes de que el televisor es el segundo electrodoméstico que más coste nos genera en las facturas de la luz. Para seguir reduciendo este coste lo aconsejable es apagar completamente el aparato cuando no está siendo utilizado. Otra alternativa sería programar el apagado automático. De esta manera, evitaremos que esté en funcionamiento más horas de las debidas.
Además, hoy en día las televisiones ofrecen la posibilidad de adaptar los parámetros con los que vienen desde la fábrica. Si modificamos el brillo y trabajamos con la configuración, conseguiremos un ahorro importante.
La lavadora
El tercer puesto de electrodomésticos que más consumen en un hogar es para la lavadora. Es impensable no disponer de una de ellas, pero a continuación vamos a ver cómo podemos emplearla y que consuma menos. En este punto cabe resaltar que este electrodoméstico tiene un consumo energético mayor cuando se lava con agua caliente, ya que se necesita más energía para calentarla. Por eso, el primer consejo sería utilizar, siempre que sea posible, lavados en agua fría.
Actualmente, las lavadoras también ofrecen la posibilidad de programas cortos o ECO, así como seleccionar media carga de peso. Estas opciones pueden ser una buena alternativa para reducir la duración, además de ahorrar energía y agua.
Por otro lado, el correcto mantenimiento de las lavadoras ayuda a prolongar la vida útil de la máquina, pero también a que sea más eficiente energéticamente. La cal que se acumula puede obstruir los orificios de salida. Esto se traduce en que nuestra máquina necesitará más energía para hacer el mismo trabajo. Por ello, se aconseja lavar el filtro una vez al mes.
Los elementos en stand-by
¿Cuántas veces hemos pensado que el piloto que se queda encendido no consume? ¿O que no pasa nada porque el cargador se quede conectado? Lo cierto es que los equipos conectados a una fuente de alimentación, apagados y no en uso, suponen un consumo de casi un 11% de toda la luz que utilizamos.
Una medida rápida sería sustituir las regletas por otras que dispongan de interruptor de encendido y apagado. Otro de los gestos que podemos llevar a cabo es desconectar de cualquier toma de luz los cargadores que no estemos utilizando. Con estas dos medidas nos aseguraremos que los elementos en stand-by queden desconectados al cien por cien.
El horno
Este electrodoméstico es uno de los que peor fama tiene en cuanto a alto nivel de consumo. Bien es cierto que su puesta en marcha supone un alto nivel de consumo, pero también es cierto que su uso es puntual. De manera que tampoco hace encarecer nuestra factura tanto como se dice.
No obstante, hay cuatro cosas que podemos hacer para mejorar su eficacia energética.
- Cuando el tiempo de funcionamiento va a ser menor de una hora, no es necesario hacer uso del precalentamiento.
- Igual que pasa con el frigorífico, es mejor no abrir la puerta cuando está en marcha. De esta manera, evitaremos que se vaya el calor y que el horno tenga que hacer un esfuerzo para volver a alcanzar la temperatura indicada.
- Podemos apagar unos minutos antes el horno y aprovechar el calor residual que queda para terminar la cocción.
- Los recipientes de vidrio o cerámica tardan menos en coger la temperatura, por lo que se reduce el tiempo de cocinado de los alimentos.
El ordenador
El teletrabajo hace que mucha gente tenga su ordenador encendido durante muchas horas. Lo primero que debemos saber es que los ordenadores de sobremesa consumen más que los portátiles. Pero para ambos podemos aplicar unas medidas y conseguir que se reduzca la energía.
Donde podemos poner remedio es en la pantalla. Bajar la resolución e iluminación ya nos supondrá un gran ahorro. También nos puede ayudar suprimir los salvapantallas. Cuando estos aparecen, el ordenador sigue funcionando. Llegados este punto debemos hablar de que siempre que no utilicemos nuestro ordenador es mejor utilizar el modo suspensión, cuando sea poco rato, o apagarlo, si prevemos que vamos a tardar en volver a utilizarlo.
Como sucede con los televisores, existen distintas opciones de energía para el dispositivo que pueden ser manipuladas, siempre atendiendo a las necesidades de cada uno.
Una última acción podría ser desconectar todos aquellos periféricos (escáner, impresora…) que no se están utilizando.
El lavavajillas
Empleando bien el lavavajillas podemos reducir el gasto de agua, y también de electricidad. Este electrodoméstico solo supone un 6% del consumo de energía de toda la casa. El mayor esfuerzo energético se requiere a la hora de calentar el agua para iniciar el lavado. Utilizando agua fría o adquiriendo un lavavajillas que tome directamente el agua de la red caliente mitigaríamos el problema.
Nuestras acciones también son importantes para frenar el consumo. Por eso, es mejor poner el lavavajillas solo cuando está todo completo y utilizar programas cortos o ECO. Asimismo, el mantenimiento y la limpieza son fundamentales para evitar atascos u obstrucciones, que, sin duda, afectan al rendimiento del lavavajillas.