Vacaciones y gatos: 5 consejos importantes

En esta época del año, son muchas las familias que empiezan a pensar en sus vacaciones de verano. Si hay animales domésticos, como pueden ser los gatos, surge la duda de qué hacer con la mascota. Para algunos, dejarla en casa o en una residencia no es una opción. Y aunque los gatos son animales de costumbres, si preparas bien el viaje puedes hacer que tu felino viaje seguro, cómodo y sin estrés. 

1. Elige un destino que sea pet-friendly

Antes de hacer las maletas, asegúrate de que en el alojamiento donde quieres ir se aceptan animales. Aunque cada vez son más los lugares pet-friendly, hay algunos hoteles, casas rurales o apartamentos que prohíben la entrada de animales o que imponen una serie de restricciones. Por eso, es importante que te informes de si se pide un depósito extra, si se limita el acceso del animal a ciertas áreas o si se exige que las mascotas estén siempre en transportín.

Por suerte, hay varias webs que listan los lugares donde podrías ir con tu gato.

Del mismo modo, si tu intención es viajar al extranjero, asegúrate de cuáles son los requisitos para entrar con tu gato a ese país, ya que algunos exigen vacunas específicas o, incluso, realizar una cuarentena.

2. Preparación previa al viaje

Igual que ocurre con las personas, un gato también debe tener su equipaje. Además, llevar sus cosas habituales no solo garantiza su bienestar, sino que también le ayuda a sentirse más seguro. Para ello, te puede ser útil hacer una lista de los utensilios que necesita tu felino, que son:

  • Transportín, fundamental para cualquier viaje.
  • Comida, agua y bebedero.
  • Juguetes y alguna manta con su olor.
  • Arenero y su arena habitual, para mantener su rutina de higiene.
  • Productos sanitarios, en caso de necesitar medicación. Además, los días previos al viaje, puedes ir al veterinario para que le haga una revisión.
  • Documentación, chip con datos actualizados y cartilla médica. También puedes ponerle un collar con placa identificativa para identificarlo en caso de extravío.

3. Transporte seguro y sin estrés

El desplazamiento hasta el destino puede ser uno de los momentos que más estrés ocasione a tu gato. Por eso, pregunta al veterinario si es necesario darle algún tranquilizante suave o feromonas para ayudarlo a relajarse.

Más allá de esto, sigue estos consejos en función del medio de transporte que vayas a utilizar:

  • Si viajas en coche: los gatos no pueden ir sueltos por dentro del vehículo, así que puedes optar por atarlo con el dispositivo correspondiente al cinturón de seguridad, o llevarlo en un transportín seguro y bien ventilado. Si tu opción es el transportín, colócalo en el suelo de los asientos de atrás para evitar que se mueva. Puedes dejar dentro una manta o algún juguete para que sienta el olor y le sea más confortable el viaje. También puedes colocar algún empapador.

Además, es importante que no lo saques del transportín en ningún momento del trayecto, ya que podría asustarse y escaparse. 

No obstante, recuerda que en las paradas, como pasa con las personas, es importante que revises que está bien y que le ofrezcas agua, pero no es recomendable darle de comer, ya que podría vomitarla.

  • Si viajas en avión: primero consulta con la aerolínea cuáles son las normas para viajar con gatos, ya que algunas permiten que vayan en un transportín específico en cabina (colocado debajo del asiento) y otras obligan a transportar al animal en la bodega.
  •  Si viajas en tren o autobús: como pasa con el avión, no todas las compañías permiten que suban gatos a bordo, así que revisa las políticas antes de comprar el billete. En caso de estar permitido, la mascota deberá ir en un transportín bien ventilado y, si puedes, colócate en un sitio tranquilo para evitar ruidos fuertes que puedan alterarla.

4. Adapta el nuevo entorno

Como hemos mencionado antes, los cambios pueden afectar a tu gato, por lo que es importante que se adapte al entorno de forma progresiva. Dale tiempo para que explore por él mismo el nuevo espacio en el que va a vivir unos días. Pero antes de abrir el transportín, revisa que es seguro para el animal, es decir, que las ventanas y balcones no sean un peligro o que no haya escondites en los que pueda quedarse atascado.

Una vez hechas las comprobaciones, deja el transportín abierto con el gato dentro en una habitación. Su propia curiosidad tarde o temprano le hará salir a investigar.

Una de las cosas que puede ayudar es recrear su espacio habitual, es decir, hacerle sentir que sigue en casa. Colocar su cama, juguetes, comedero o arenero en una posición y un lugar parecidos a los de la residencia habitual hará que todo le sea más familiar. 

5. Mantén sus rutinas

A los gatos les gusta mantener sus rutinas; por eso, en la medida de lo posible, incluso estando de vacaciones es importante que se sigan respetando los horarios. Por ejemplo, intenta darle de comer a las mismas horas y respeta sus momentos de descanso.

También le ayudará a estar más cómodo en el nuevo lugar si juegas con él y recibe atención.

Y, sobre todo, vigila su comportamiento, ya que esconderse o dejar de comer son indicadores de que algo no va bien, y puede que esté estresado. En estos casos, deberías llevarlo a la consulta veterinaria más cercana.

Viajar con tu gato puede ser una experiencia maravillosa si tomas las precauciones necesarias para garantizar su bienestar. Elegir un destino pet-friendly, prepararle su equipaje, minimizar el estrés del viaje y darle tiempo para adaptarse a su nuevo entorno son elementos clave para que disfrute de las vacaciones tanto como tú.

Cada gato es diferente: algunos se acostumbran rápido a los cambios, mientras que otros necesitan más tiempo y paciencia. Lo importante es respetar su ritmo y asegurarse de que, incluso lejos de casa, se sienta seguro y querido.

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