El correcto uso del suavizante en la lavadora

No hay debate: recoger la ropa y descubrir su agradable olor a limpieza es una de las mejores sensaciones que se pueden experimentar. Este aroma es gracias al suavizante, un producto imprescindible para muchos a la hora de hacer la colada. Pero lo cierto es que su uso inadecuado puede provocar efectos no deseados, como dejar residuos en las prendas. Sigue leyendo para saber cómo utilizarlo…, y también para descubrir una opción más ecológica.
Beneficios de usar suavizante
Este producto no solo aporta buen olor al lavado, sino que también hace que los tejidos, especialmente el lino y el algodón, sean más suaves. Esto es debido a que el suavizante reduce la aspereza de las fibras y las vuelve más blandas. Gracias a esto, también favorece el planchado y reduce la formación de arrugas. Además, en prendas sintéticas es muy útil para disminuir la electricidad estática y, sea cual sea el componente textil, el suavizante reduce la fricción entre los tejidos y protege las prendas.
Contras de usar suavizante
Sin embargo, el uso de suavizante puede provocar alergias por sus componentes químicos. Además, son poco ecológicos y, al no ser su función la desinfección, se puede omitir su aplicación sin comprometer la higiene.
¿Cómo usar correctamente el suavizante?
Si tras atender los pros y los contras del uso de suavizante sigues apostando por utilizarlo, debes saber que para aprovechar al máximo sus beneficios no es necesario añadir una gran cantidad, especialmente si es concentrado. En el envase se suele indicar la dosis recomendada, ya que un exceso puede dejar residuos en la ropa y ensuciar el tambor de la lavadora.
Esta cantidad debe ser introducida en el cajetín de la lavadora reservado para ello. Y en caso de lavado a mano, se debe agregar en el último enjuague y diluido en agua.
El suavizante no es recomendable en prendas deportivas, ya que puede afectar a la transpirabilidad de los tejidos. Del mismo modo, no se recomienda usar demasiado suavizante en las toallas, ya que aunque las deja más suaves y esponjosas, también reduce su capacidad de absorción.
Tipos de suavizantes y cuál elegir
En el mercado podemos encontrar una gran variedad de suavizantes, pero principalmente se clasifican entre concentrados y no concentrados, que se diferencian por la cantidad de agua y de aroma que incluyen.
Para las pieles más sensibles los más recomendables son los suavizantes hipoalergénicos.
En lo que respecta a su formato de presentación, podemos distinguir entre suavizantes líquidos, la opción preferida por la mayoría de consumidores, y los granulados.
Alternativas ecológicas al suavizante
Las personas que quieran reducir el consumo de productos químicos pueden optar por sustituir el suavizante por un poco de vinagre blanco. Este producto suaviza las prendas, elimina los residuos del detergente y también neutraliza los olores.
En definitiva, el suavizante es un gran aliado para mantener la ropa en buen estado, pero siempre que se use correctamente y en su justa medida. Si no, siempre se puede buscar una alternativa natural que no solo cuide nuestras prendas, sino también el medio ambiente.
Sigue estas recomendaciones para sacar el máximo provecho del suavizante y poder conservar tus prendas durante más tiempo.