5 consejos básicos para que la moto “duerma” tranquila en invierno
Por: RACC Blog
¿Eres de los que te mueves en moto contra viento y marea? ¿O eres de los que prefieres descansar de moto durante los meses más fríos del año? Hagas lo que hagas, sabrás que el mantenimiento del vehículo es fundamental en cualquier circunstancia, tanto para circular con seguridad y confort en condiciones complicadas –recopilábamos algunos consejos en Complementos para equipar nuestra moto contra el frío– como cuando es necesario dejar descansar la moto durante unas semanas.
Consejos para hibernar la moto
Veamos cinco consejos básicos para hibernar correctamente la moto y asegurar su buen funcionamiento cuando decidamos rescatarla.
1. El lugar: seco, seguro y accesible
A la lógica de guardar la moto en un lugar cubierto, añadimos la recomendación de que sea un sitio seco, accesible y con una temperatura lo más estable posible. También es mejor evitar el contacto directo con la luz del sol, que puede dañar la pintura y los complementos plásticos, además de los efectos del sobrecalentamiento del lugar.
En cualquier caso, es clave cubrir la moto con una funda transpirable, evitando lonas de plástico, sábanas de algodón o cualquier otro material que pueda atrapar humedad. Vale la pena invertir en una funda que se ajuste lo mejor posible a la moto.
2. Moto limpia, moto protegida
Un segundo aspecto fundamental es la limpieza, tanto por una lógica de higiene como por la protección que ofrece a agentes dañinos. Los fabricantes recomiendan usar jabones neutros o los productos específicos para motocicletas. Una vez limpia y seca, también aconsejan encerar las partes pintadas, aplicar abrillantador sobre las partes de plástico y metálicas, y aceite anticorrosión a los elementos cromados. De este modo, se formará una capa protectora contra los efectos del agua y que evitará también la oxidación.
3. Repaso a los niveles: combustible, aceite, refrigeración, batería…
Si la moto se hiberna durante varios meses, conviene consultar las recomendaciones que ofrece el manual del vehículo sobre el mantenimiento de los sistemas internos. A grandes rasgos, se aconseja:
- Cambiar el aceite, aunque no se haya cumplido el ciclo habitual, para evitar que los residuos corroan las piezas del motor.
- En motos equipadas con carburador, vaciar el combustible que se concentra entre el grifo y los carburadores. Si la motocicleta es muy antigua, vaciar por completo el depósito para evitar que se oxide. En motos con sistema de inyección, llenar el depósito de combustible nuevo.
- Drenar el sistema de refrigeración para evitar la formación de corrosión.
- Retirar o desconectar la batería, según las recomendaciones del manual del vehículo.
Honda ofrece recomendaciones muy detalladas sobre estos aspectos en su página web. En caso de dudas específicas, mejor consultar con el mecánico habitual.
4. Neumáticos relajados (pero con presión)
Para terminar, verificar y ajustar la tensión de la cadena de transmisión y comprobar la tensión de los neumáticos, que debe ajustarse a las recomendaciones del fabricante. Unos neumáticos con poca presión pueden llegar a deformarse. Para evitarlo, debe apoyarse la moto sobre el caballete central (no sobre la pata lateral) para evitar la presión del contacto del suelo con las gomas.
5. La documentación hiberna en el cajón
Dos precauciones finales. Primero, incluso en aparcamientos privados, se recomienda un plus de seguridad anclando la moto a un elemento fijo. Segundo, no olvidar la documentación u objetos valiosos en la guantera o el baúl de la moto para evitar molestias en caso de robo. Y recordar la fecha de la próxima ITV, no sea que se cumpla con la moto dormida.
Solo queda contar las semanas hasta rescatar la moto de su hibernación y volver a disfrutarla. ¡Feliz invierno!