6 preguntas lógicas antes de comprar una moto

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Por: RACC Blog

Ciclomotores, escúteres, megaescúteres, enduro, trial, trail, naked, cruiser, chopper, deportivas, gran turismo, eléctricas, de tres ruedas… ¡Nadie dijo que comprar una moto sería fácil! La oferta de modelos y segmentos de motocicletas es enorme y puede llegar a apabullar a los no expertos. A la variedad se añade el hecho de que, en general, el precio de una moto es mucho menor que el de un turismo, por lo que se corre el riesgo de tomar la decisión de compra más con el corazón que con la razón, con las consecuencias que puede comportar a distintos niveles.

Preguntas antes de comprar una moto

Antes de comprar una moto…

Por ello, vale la pena recordar cinco preguntas lógicas a realizarse antes de comprar una moto… Y una cuestión extra ante la ampliación de la oferta de modelos eléctricos.

1. ¿Qué uso vamos a darle?

Es la pregunta clave; la primera que suelen hacernos en un concesionario o al pedir consejo a algún experto. El manual dice que la opción más lógica para un uso urbano sería el escúter –con la enorme variedad que ofrece actualmente este segmento. El abanico para un uso no urbano es mucho más amplio, en función de las escapadas off road o los miles de kilómetros previstos.

Al plantear el uso hay que tener también en cuenta si será habitual que viajemos o no con pasajero. En el caso afirmativo, debemos pensar en su comodidad y tener también en cuenta la dimensión, la posición y el confort del asiento trasero.

2. ¿Cuál es nuestra experiencia?

Es fundamental no querer aspirar a un tipo de moto que, por inexperiencia, no conseguiremos controlar. Puede llegar a suponer un riesgo para nuestra seguridad (y la de todos los demás). La posibilidad de optar a un tipo u otro de moto depende del carné de conducir que tengamos.

Uno de los colectivos de riesgo son aquellos conductores que, con el carné de turismo, pueden optar a conducir motos de hasta 125 cc sin obligación de formación previa. Por ello, siempre se recomienda adquirir una experiencia previa o participar en un curso específico antes de circular en condiciones normales de tráfico.

3. ¿Qué presupuesto tenemos?

Lógicamente, el precio es un elemento fundamental en cualquier compra. Las opciones del mercado son también muy extensas y no se limitan únicamente al precio del vehículo. Hay que tener en cuenta los gastos asociados: seguro, impuestos, gastos de mantenimiento, combustible y aparcamiento. En función del uso y el modelo escogido, es también muy importante el gasto en equipamiento (chaqueta, botas, pantalones, guantes…). Y, por supuesto, el imprescindible casco.

En función del presupuesto y la experiencia, nos plantearemos si escoger una moto nueva o de segunda mano, con todas las precauciones habituales a la hora de comprar un vehículo usado.

4. ¿Cómo somos físicamente?

Es también evidente, pero vale la pena recordarlo: debemos sentarnos siempre en la moto antes de comprarla y hacer lo posible por probarla. Al hablar de nuestro físico nos referimos tanto a nuestra constitución –principalmente, la altura– como a nuestra capacidad para arrastrar modelos que pueden llegar a superar los 300 kilos de peso.

5. ¿Qué equipamiento de seguridad escogemos?

Los veteranos lo saben y a los novatos conviene recordarles aquello de que, en moto, nosotros somos la carrocería. Por ello, vale la pena incorporar los máximos equipamientos de seguridad posibles. Entre ellos, destaca el ABS, obligatorio para motos de más de 125 cc y disponible como opción en algunos modelos de menor cilindrada. En este post, explicamos las ventajas de esta tecnología, totalmente recomendable: ABS y CBS en motos, ¿cómo mejoran el frenado?

Y 6. ¿Cuál es nuestra sensibilidad medioambiental?

Aunque en menor medida que los turismos, las motos también contribuyen a la contaminación, y el respeto por el medio ambiente es un factor creciente a tener en cuenta. En paralelo a la progresiva implantación de medidas más restrictivas sobre emisiones ha surgido con fuerza la opción de las motos eléctricas, más viable que en los turismos porque las distancias a recorrer son menores y se precisa menor autonomía.