La legendaria marca Bultaco, creado por Don Paco Bultó en 1958, vuelve a estar de actualidad. Por un lado, porque vuelve al mercado de la moto tras muchos años, con una moto eléctrica. Y por otro lado, porque el Museo de la Moto de Barcelona acoge la exposición temporal sobre los modelos más legendarios de esta marca.

Foto: Jordi Mateu

La historia arranca con la Tralla 101, que se presentó en 1959 y acaba con un modelo de Pursang, todavía en la caja de embalaje tal como la recibían los distribuidores, a finales de los 70. Años más tarde, pocos, en una sociedad convulsa por los cambios políticos que se avecinaban, sin estructuras de ayuda económica, llegó el triste momento de decir adiós a una marca emblemática.

La exposición temporal de Bultaco en el Museu de la Moto

La exposición recoge muchos modelos; una cosa que para muchos no será una sorpresa es la variedad de nombres para cada modelo: Brinco, Júnior, Lobito, Sherpa, Matador, Pursang, Mercurio, o la última Streaker. Y, si uno se fija bien, es posible comprobar cómo a cada motocicleta le corresponde con acierto el nombre escogido. La capacidad creativa en logos, combinación de colores, publicidad (los famosos calendarios y posters), tipos de letras, etc. es notable. El impulso de don Paco Bultó para crear una marca con espíritu deportivo se trasladó también al resto de personal.

Foto: Jordi Mateu

Bultaco exporta a los cinco continentes

Ese era el eslogan que por entonces se podía leer en la prensa especializada. Que la marca llegó a todos los rincones del entonces mercado motociclista no lo puede negar nadie. Incluso un grupo de aventureros se llevó en el año 1973 unas cuantas Sherpas al Everest, algo que ninguna marca había conseguido antes ni consiguió posteriormente.

Y el mercado americano tampoco se resistía a los encantos de Bultaco. Se vendieron muchas unidades y algunos modelos dejaron huella, como la Pursang. Desde hace algunos años que muchos aficionados recuperan y restauran su modelo de Bultaco preferida como el californiano Bruce Reynolds. El sonido metálico es el característico de un motor de dos tiempos, casi sin escape….pero con “tubarro”.

Bultaco vuelve… con moto eléctrica

Volviendo a la exposición, lo de ver Bultaco como una marca del pasado está por ver, ya que en este mismos museo se llevaron a cabo los primeros contactos con la prensa especializada para comunicar que Bultaco volvía a la actividad motociclista, esta vez con una moto eléctrica: la Rapitán, un nombre surgido de la imaginación de don Paco Bultó para la que sería su primera moto.

Foto: Jordi Mateu

Finalmente no fue así, y como mencionábamos al principio la primera moto de Bultaco se llamó Tralla 101. Gracias a la memoria de Inés Bultó, Bultaco y Rapitán han podido unirse de verdad para la nueva aventura.

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