Salir de ruta con un Yamaha TMax no solo es posible, también de lo más divertido. Además, tenemos curvas a 15 minutos de Barcelona.

El Yamaha TMax es un maxiescúter de más de 15.000 euros.

Los escúteres se han adueñado del mercado de las dos ruedas. No hay rival para este segmento urbanita que ha conquistado las ciudades europeas, pero es curioso como, dependiendo de la metrópolis, unos modelos u otros acaban por liderar el mercado. El Yamaha TMax es el señor de las calles de Barcelona, de eso no hay duda. Siempre y cuando hablemos de maxiescúteres de gran cilindrada, y no de las 125 cc que inundan los parkings de motos y las aceras.

Más allá de ser el objeto de deseo de todo hombre en traje para sus trayectos in itinere al despacho, de este modelo se han llegado a crear grupos para salir de ruta. ¿Con un TMax? Efectivamente. En este artículo te contamos el porqué del éxito de esta japonesa mientras descubres carreteras de lo más divertidas, a quince minutos de la capital catalana.

La última actualización del Yamaha TMax fue presentada en el Salón de Milán, con un sinfín de mejoras en el apartado electrónico y tecnológico. En el fondo, el comprador de este megaescúter de precio “casi” inalcanzable busca lo último de lo último, también en detalles como la conectividad y la seguridad. Más allá del diseño –salta a la vista su enfoque maduro pero deportivo, con los toques de elegancia y sobriedad que sientan bien a cualquiera–, es el empaque de su carrocería lo que le convierte en uno de los modelos más atractivos.

El Yamaha TMax es uno de los maxiescúteres más deseados, y vendidos.

Además, con los nuevos grupos ópticos de módulos dobles, lógicamente de tecnología LED, han conseguido una firma lumínica vanguardista y moderna. Justo por debajo encontramos las entradas de aire para la admisión, un detalle que bien podría darse en segmentos como las R (deportivas). Una evolución que también se traslada a los faros traseros, en forma de T lateral e integrados, de manera que quedan más armoniosos y protegidos ante posibles golpes.

Este TMax gusta y poco más podemos contar, a nivel estético, que sirva para convencer a nadie. Excepto que no es un maxiescúter creado para todo tipo de moteros, empezando por su precio de partida de 15.799 euros. Hablo del modelo que probamos durante la RutaRACC por los alrededores de Barcelona. Se trata de una unidad con el acabado Tech Max, que añade equipamiento superior como el parabrisas regulable electrónicamente, puños y asientos calefactables, control de velocidad de crucero, detalles dorados decorativos y la pantalla TFT 7″ con conectividad y navegador (opcional con el paquete Gramin).

El TMax es ideal para gente que necesita estar conectada.

Conectamos el teléfono mediante la aplicación de Yamaha, lo que nos sirve para compartir datos y estar pendientes de posibles llamadas. Eso sí, cuando empiezan las curvas, toca desconectar y disfrutar de su lado más salvaje. Para ello nos hemos dirigido a La Roca del Vallès, punto de partida para subir hasta Òrrius. Por el camino, en el que tendremos que convivir con bastantes ciclistas, nos encontraremos la iglesia de Sant Bartomeu de Cabanyes, pero lo mejor, por ahora, es seguir disfrutando de la TMax en carretera.

Nos vamos de ruta, cerca de Barcelona

Dejaremos atrás Òrrius para enlazar, a pocos kilómetros, con la carretera de Mataró. La utilizaremos para enlazar, por debajo de la C-60, otra carretera que nos llevará a Dosrius. Desde allí puedes tomar dos decisiones: seguir con la ruta toda la mañana o acortarla para terminar en la playa de Mataró. Esta vez optaremos por el trayecto corto, para demostrar que se puede disfrutar un rato sin necesidad de ir demasiado lejos.

Lo mejor del TMax es que puedes irte de ruta con este maxiescúter de 45 CV y comportamiento dinámico estupendo.

En ese caso, mi recomendación es tomar dirección El Coll, hacia la autopista del Mediterráneo, pero giraremos a la izquierda antes, en la C-35. Tras varias rotondas en línea recta llegaremos a Santa Agnès de Malanyanes, y la cruzaremos. Justo después llegará la rotonda más complicada y grande, en la que debemos evitar tomar la salida de la C-60 para continuar recto por la carretera que nos ha llevado hasta allí y que terminará con un cruce a la izquierda.

Si sigues estas indicaciones terminarás recorriendo una de las mejores carreteras, cerca de la costa y de Barcelona, para la moto. Se trata del coll de Parpers, que justo en su punto más alto tiene una gasolinera abandonada al más puro estilo película distópica. Es de los grandes desconocidos de la zona, por lo que solo encontrarás a ciclistas disfrutando de sus curvas en sombra. Un tramo ideal para comprobar la estabilidad y el empuje de esta Yamaha TMax.

Yamaha ha revisado ligeramente la posición de conducción, para que los reposapiés se adapten a personas de mayor tamaño. En mi caso, y con apenas 1,60 de altura, es un escúter complicado de recomendar. El asiento es mullido y muy ancho, por lo que impide que llegue cómodamente al suelo y tenga que acercarme mucho al manillar para llegar con ambas plantas de los pies. A cambio, estamos ante uno de los modelos urbanitas más completos en su parte ciclo y propulsión.

La TMax es una moto alta, así que con mi 1,60 metros de altura fue complicado. No es recomendable para gente bajita.

Su bloque bicilíndrico de 560 centímetros cúbicos rinde 45 CV de potencia. Un empuje que se entrega de manera lineal y sin apenas vibraciones, con un sonido de lo más agradable. Además, el tacto del acelerador electrónico es fácil de captar, por lo que tienes el control del empuje en todo momento. Una fuerza que variará en función de los modos de conducción activados en el botón D-Mode.

La horquilla invertida delantera de 41 mm de diámetro podría estar montada en una naked de media cilindrada, así que os podéis hacer una idea de su absorción y adaptación a las frenadas que puede acarrear una zona de curvas. No os cuento en una ciudad: un aplomo sorprendente combinado con una frenada nada desdeñable de anclaje radial y pinza de cuatro pistones. Sistema que se adapta a la perfección al agarre y al dinamismo de las gomas Bridgestone Battlax SC2.

La conectividad con el teléfono es uno de sus grandes avances. Eso sí, deberás descargar y pagar el servicio Garmin para tener navegador.

Es de camino a Mataró, ya en la vía rápida de la C-60, en la que caigo en toda la tecnología y electrónica de este modelo. Para empezar, tenemos una llave inteligente, que resulta ser lo de menos. La pantalla de set pulgadas es grande, de fácil lectura y gráficos muy adecuados a la modernidad del conjunto. Desde los mandos situados en el puño izquierdo accedemos a todas sus funciones, desde la conexión con el móvil para responder llamadas desde el intercomunicador hasta lo más básico de la instrumentación.

Eso sí, y por mucho que nos guste su evolución, sigue siendo destacable que no quepan dos cascos integrales bajo el asiento. Tener que llevar baúl en semejante maxiescúter duele en el alma, por romper la estética de esta TMax.