La moto de Steve McQueen
Por: RACC Blog
Steve McQueen es una de las leyendas de Hollywood más recordadas por su carisma, estilo y personalidad, tanto en el set de rodaje como fuera de él. Auténtico apasionado de la velocidad, coleccionista de motos y coches y símbolo del cine de acción más puro, su icónica imagen está ligada a fuego con el mundo del motor.
Suya es la, posiblemente, mejor escena de persecución automovilística de todos los tiempos. En Bullit (1968), al volante de un Mustang Fastback del 67 burla a un misterioso Dodge Charger negro que le acecha por las calles de San Francisco.
También figura en su filmografía el mejor retrato cinematográfico del mundo de la competición: Le Mans (1971). Él mismo participó en la carrera de resistencia para darle después un mayor realismo a las escenas rodadas en circuito, en las que, por supuesto, no admitió doble alguno.
La gran evasión (1963) es recordada por el intento de fuga que efectúa McQueen al manillar de una Triumph TR6 Trophy, salvando la persecución de los nazis con gran pericia en su pilotaje y las peligrosas alambradas enemigas con un famoso salto con la moto.
https://www.youtube.com/watch?v=6zwW7iWinrk
Triumph, una de las “marcas de cabecera” del malogrado actor norteamericano, le rinde tributo con la Triumph Bonneville Steve McQueen SE, una serie limitada, con la firma del actor en las tapas laterales, decorada para parecerse a la de la película: portaequipajes y llantas negras, asiento monoplaza, puños del manillar más gruesos..
Los toques retro no esconden sin embargo una moto muy cómoda, maniobrable –a pesar de sus 230 kg–, fácil de llevar, con un buen radio de giro y que permite desplegar una conducción suave y agradable. Con un motor bicilíndrico de 865cc, desarrolla 68 CV y ofrece un empuje constante y progresivo. Entrañable pero con un punto rudo, como el propio McQueen, esta “Bonnie” derrocha encanto y glamour por 10.495 euros.
Por Daniel Balcells