Las motos están involucradas en el 44% de los accidentes graves y mortales

La edición del 2023 del estudio de evaluación de carreteras EuroRAP en las vías catalanas recoge que los accidentes graves y mortales han disminuido un 7% en el trienio 2020-2022, mientras que la movilidad global ha aumentado ligeramente.

POR AGUSTÍN RODRÍGUEZ

El RACC ha presentado la 22.ª edición del Estudio de Evaluación de Carreteras EuroRAP, que analiza un año más la accidentalidad de 6.300 kilómetros de la red viaria catalana, que representan un 92% de la movilidad del territorio.
El RACC y otros clubes europeos miembros de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) evalúan cada año, con esta metodología, las redes viarias de países de todo el mundo con el objetivo de localizar los puntos más conflictivos, averiguar las causas que provocan estos accidentes y buscar soluciones que encajen con cada caso.

Evolución de las víctimas mortales en Cataluña

La necesidad de mejorar la seguridad de las carreteras y, como consecuencia, de reducir la siniestralidad, es clave en nuestro país y en el resto de Europa. La inversión en infraestructuras y el impulso de la formación y las campañas de sensibilización dirigidas a los conductores de todo tipo de vehículos son fundamentales para alcanzar estas mejoras a medio y largo plazo.

De todos los datos extraídos del trienio que analiza este estudio (2020-2022), destaca que el 44% de todos los accidentes de tráfico con muertes y heridos graves en la red de carreteras analizada implicaba, como mínimo, una moto o un ciclomotor. Concretamente, este porcentaje es del 30% en el caso de los accidentes mortales, a pesar del hecho de que estos vehículos solo representan un 2,3% de la movilidad global en carretera.

En el global de datos, sin embargo, la gravedad de los accidentes ha caído en picado en las últimas dos décadas; si nos fijamos en las cifras de víctimas mortales, en el año 2000 casi llegaban a las 700 y en el último año completo registrado se han situado en 175. La Unión Europea establece por cada década el objetivo de reducir a la mitad las víctimas en carretera.
El estallido de la COVID-19 contribuyó a que se cumplieran estos objetivos hasta el año 2020, reduciendo un 54% los fallecidos en accidentes de tráfico respecto al 2010. Tras la pandemia y recuperada la movilidad, el número de muertos en la carretera vuelve a crecer, sin alcanzar, no obstante, la tasa de víctimas del 2019.
Entre las conclusiones del estudio destaca que en el trienio 2020-2022 los accidentes graves y mortales han disminuido un 7% y la movilidad global en carretera ha aumentado un 0,4%, lo cual produce que el riesgo haya disminuido un 7,4 en el global analizado por EuroRAP.

Por otra parte, los kilómetros de riesgo “alto” y “muy alto” representan el 24% de la red analizada, un punto porcentual inferior que en el trienio anterior.

Los tramos con más accidentes, por territorios

Lleida repite como la demarcación con el porcentaje más elevado de km con riesgo “alto” y “muy alto” (28%), mientras que Tarragona y Girona empatan con el porcentaje más bajo (21%). Tarragona es el único territorio en el que aumenta el número de kilómetros de riesgo “alto” y “muy alto” (de 20% a 21%).
Finalmente, en la red viaria de Barcelona es donde disminuye más (3 puntos porcentuales), mientras que en Girona este porcentaje disminuye un punto y en Lleida se mantiene el mismo índice que en el estudio anterior de EuroRAP.
En la red EuroRAP, el 50% de los accidentes graves y mortales de moto se concentran en el 13,6% de los kilómetros, que suponen un total de 868 km. Con respecto al global de Cataluña, los 10 tramos con más accidentes graves y mortales de moto se concentran en la región metropolitana de Barcelona. Las carreteras convencionales (un único carril por sentido) acumulan la totalidad de los tramos con riesgo “muy alto” y “alto”, y casi la totalidad de los tramos con riesgo “mediano”.
En cambio, en las carreteras desdobladas (autovías y autopistas) prácticamente todos los tramos son de riesgo “bajo” o “muy bajo”. Con estos datos podemos concluir que el riesgo de sufrir un accidente grave o mortal en una carretera convencional .es cuatro veces más alto que en una carretera desdoblada.

Según este último estudio presentado, un total de 795 km tienen un riesgo igual a cero, es decir, en el 12,5% de la red analizada por EuroRAP en el trienio 2020-2022 no ha habido ningún accidente mortal o grave. Si entramos en detalle, el informe concluye que el tramo que acumula más accidentalidad grave por kilómetro (sin tener en cuenta el tráfico que pasa) se encuentra en la A-2, entre el enlace con la AP-2 y el enlace con la B-20, la B-10 y la C-32 (la continuación de la Ronda Litoral a su paso por el Baix Llobregat). En los 10 tramos con más accidentes se observa una elevadísima presencia de siniestros de motocicletas y ciclomotores (81%).

El tramo de Cataluña que concentra más accidentes graves por kilómetro se encuentra en la A-2, entre el enlace con la AP-2 y el enlace con la B-20, la B-10 y la C-32.

Por su parte, el tramo con más concentración de accidentes de vehículos pesados se encuentra en la AP-7, entre el enlace de la C-60 y el enlace de El Papiol. En la red analizada por EuroRAP, el 50% de los accidentes graves de vehículos pesados se concentran en solo el 12,3% de la red (786 km). Seis de los diez tramos con más accidentes graves y mortales, independientemente del tipo de vehículo implicado, se encuentran en la red viaria de la demarcación de Barcelona.
Por otro lado, los 10 tramos con más riesgo de accidentalidad, es decir, aquellos en los que es más probable sufrir un siniestro, son vías convencionales de calzada única, una constante en los estudios pasados de EuroRAP. De estos, solamente 3 presentan un riesgo de accidente “muy alto” y todos se encuentran en la demarcación de Barcelona. Del total, 4 tramos ya aparecían en el listado de los 10 con más riesgo de accidente grave o mortal en el último estudio de EuroRAP.
Destaca que la carretera BP-1417, conocida como L’Arrabassada, vuelve a situarse como el tramo con el índice de riesgo más alto, dada la elevada accidentalidad de motos que presenta. En el 91% de los accidentes con muertos y heridos graves producidos en esta vía participa, como mínimo, una motocicleta.
Del total de los 10 tramos con un riesgo de accidentalidad “muy alto”, 6 pertenecen a la demarcación de Barcelona, 2 a la de Girona y un único tramo a la de Tarragona. Lleida, que en el estudio anterior no contaba con ninguno, en la actualidad tiene un tramo.

Crecen los accidentes de bici con muertes o heridos graves

Desde el año 2012 los accidentes con bicicletas implicadas han mantenido una tendencia al alza, con un incremento del 75% a lo largo de la década. En el año 2022 ha habido un pequeño descenso del total de accidentes con bicicletas implicadas, pero los accidentes con muertos o heridos graves han aumentado más del 20%. De los 10 tramos con más accidentes de bicicleta, 8 se encuentran en la demarcación de Barcelona.