Misterios sin resolver en el Gran Premi de Catalunya
Por: RACC Blog
Ayer terminó el Gran Premi de Catalunya de MotoGP, un acontecimiento esperado con mucha ilusión por los aficionados al motociclismo. ¡Cuántas emociones! Desde los entrenamientos libres hasta la finalización de la carrera… Hoy, una vez acabada esta edición de 2014, os queremos hablar de los misterios sin resolver que, como todo circuito con una larga tradición, existen desde hace tiempo en el Circuit de Catalunya, ligados al Gran Premi de Catalunya.
Charly Giró: un piloto de clase, pero efímero
La salida fue espectacular, liderando como nadie las primeras vueltas tras escaparse del grupo perseguidor. ¿El nombre del piloto? Charly Giró. Se le apreciaban maneras, de pilotaje fino, apurando bien en las frenadas. Era hijo del ingeniero Eduard Giró, creador de la OSSA monocasco de Santi Herrero y más conocido en el mundillo del motor como “el Técnico”.
Pilotaba una Aprilia 125cc y fue en el segundo Gran Premio de Motociclismo en el Circuit, en 1993. Inició una vuelta más, pasó por meta, enlazó la doble curva Elf y encaró el Curvone Renault… no llegó a la ciega de derechas, la Repsol. Alegó pérdida de concentración. Fuera lo que fuera, error humano o mecánico, la verdad es que no se recuperó. Pasó sin pena ni gloria por el Mundial. Y tras un intento en el Open del 1995 se retiró. Este es un primer misterio.
¿Un mosquito entre Rossi y Biaggi?
Años más tarde, el Circuit vivió otro momento de pasión en pista. Fue en 2001, entre Biaggi (Yamaha) y Rossi (Honda). La rivalidad había ido en aumento en los grandes premios anteriores y el piloto romano atacó a su rival, de Tavuglia, con unas declaraciones peyorativas hechas a la prensa italiana. Ante cosas como estas Rossi aún se sentía más en su salsa, gracias a una excepcional capacidad de revertir la presión hacia sus rivales.
La carrera fue apasionante, con una remontada de Rossi tras una mala salida desde la doceava posición hasta superar a Biaggi y sacarle dos segundos. Como responsable del equipo de prensa del Circuit, quien esto escribe ya había preparado la sala de conferencias. A la sala se accedía por la de pre-podium, por una escalera metálica de caracol, más bien estrecha, especialmente si uno sube con el casco en la mano, vestido en un mono de cuero y con unas botas rígidas que no ayudan a caminar.
Había silencio en la sala, ya que la prensa era consciente de que asistiría a una conferencia de prensa con declaraciones que llenarían titulares. De golpe, un estruendo increíble. Un sonido metálico de hierro, madera, puertas, cristales….todo parecía hundirse en la escalera. Cuerpos cayendo contra las paredes, gritos… todos pensamos que la escalera se había ido abajo. Pensamos lo peor. El idioma italiano es bastante más fonético y expresivo que el inglés y para la mayoría de hispanos que estábamos allí alguna palabra malsonante se pudo entender. No hablaban de pasta ni de pizzas. Tras unos momentos de tensión la puerta se abrió y aparecieron con gestos acalorados Rossi y Biaggi. Lo máximo que se aclaró entonces fue la respuesta de Biaggi a la sangre en su mejilla “Ha sido un mosquito”. Sobre lo que sucedió se escribió mucho, pero no deja de ser otro misterio lo que pasó realmente allí.
En este vídeo que os enlazamos (porque no puede ser insertado) podéis ver algunas imágenes de lo que pasó, a partir de los 04:11 minutos.
Si Fujiwara llega a quedarse en casa…
Retrocedemos a 1998. Carrera de MotoGP, con las 500cc. Todo está a punto en el Circuit. Los aficionados llenan las gradas. Todos quieren ver a “Crivi” ganar en casa con la esperanza puesta en el Mundial. Seda la salida y a final de recta el piloto japonés Fujiwara se convierte en bola de bowling y hace de la pista una bolera. Unos cuantos pilotos van al suelo como lo bolos de la bolera. Entre ellos Crivillé. Estanis Soler recuerda que “la reacción de la gente nos pilló en pleno cambio del sistema de accesos, cuando invertíamos salidas y puertas de los parkings para facilitar la salida, con los carriles dobles, etc.” La decepción es tan grande que – de golpe- más de 50.000 personas deciden volver a casa. A pesar de la rápida reacción del equipo liderado por Estanis para poner a punto el dispositivo no pudo evitar que más de uno hiciera una larga espera para volver. Un misterio saber qué hubiera pasado si Fujiwara aquel día hubiera decidido quedarse en casa…
Por qué pasan estas cosas forman parte de los misterios sin resolver del Circuit. Lo que no es un misterio son los descuentos que te ofrece la tarjeta RACC Master y RACC Jóvenes, por ejemplo a acontecimientos como el Gran Premi de ayer, pero también en actividades de motor, viajes, restaurantes y mucho más. ¡No te las pierdas!