Compartir coche, ahorrar y cuidar del medio ambiente

El compartir coche, en que dos o más personas hacen uso de un mismo vehículo, ha ido más allá con el carsharing, en el que el propietario o empresa pone a disposición su vehículo mientras no lo está usando, y otro usuario que lo necesita paga por él para realizar un viaje.  ¿Has alquilado alguna vez un coche por horas a un particular? La tendencia del carsharing está en auge en grandes ciudades, pero muchas personas todavía no están muy seguras de lo que realmente es y de cómo funciona.

En un estudio realizado por el Área de movilidad RACC en 2019, sobre el uso de los vehículos compartidos en Barcelona, recogió que, entre todas las personas encuestadas, la gran mayoría no compartía vehículo (80%) y prefería hacer un uso individual de él. En cambio, más de la mitad de las personas que sí alquilaban un coche, lo hacían para ir al trabajo (52%), para desplazamientos de ocio (31%) y, por último, para escapadas de fin de semana (17%) y viajes (2%).

La mayoría de los usuarios de carsharing carece de vehículo propio, sobre todo por una cuestión económica (costes de adquisición y mantenimiento) y de bajo uso.

¿Cómo funciona el coche compartido?

Encontrarás distintas empresas que ofrecen carsharing a los usuarios a través de una app y otras plataformas que ponen en contacto a propietarios de vehículos con personas que necesitan un coche en un momento concreto. Es el caso de CityTrips, la app del RACC que permite encontrar vehículos disponibles a tu alrededor, y reservarlos al momento para empezar tu desplazamiento. Además, en la misma app puedes completar tu ruta con otros medios de transporte.

Si dudas a la hora de seleccionar el modelo más adecuado para ti, te aconsejamos que pienses antes para qué vas a necesitarlo, y tengas en cuenta los siguientes factores:

Tipo de vehículo que necesitas: Un coche para una escapada a la montaña, un vehículo de transporte, un coche para un desplazamiento laboral, etc. La eficiencia, el aspecto, la practicidad pueden ser factores determinantes según la situación.

La distancia para la recogida del vehículo: Debes desplazarte hasta el lugar donde se encuentra el coche, así que te saldrá a cuenta buscar lo que hay disponibles en tu zona.

El coste: Las tarifas se miden normalmente en horas, días y/o kilómetros que se van a realizar.

El seguro: Por regla general, ya se incluye un seguro al alquilar el vehículo. Pregúntalo al hacer la reserva para evitar sustos.

Si vas a conducir un coche compartido por primera vez, la DGT recomienda que…

  • Tengas el permiso de conducción válido y en vigor.
  • Al subir al coche, abróchate el cinturón, ajusta los retrovisores y el reposacabezas.
  • Respeta los límites de velocidad y no conduzcas si has consumido alcohol o drogas.
  • Las distracciones provocan accidentes, no uses el móvil conduciendo.
  • Si es un coche eléctrico, acuérdate que no tiene embrague, ten cuidado y evita pisar el freno de forma brusca.
  • Atento a los peatones, muchos coches son silenciosos y no se oyen al aproximarse.
  • Son coches con mayor aceleración, vigila al arrancar en los semáforos.

¿Qué ahorro supone un coche compartido?

Los gastos habituales que supone un vehículo de propiedad al cabo del año, como la gasolina, el mantenimiento, el seguro de coche, el impuesto de circulación, etc., quedan repartidos y compensados al poner el vehículo a disposición de otros conductores, ya que minimiza el coste que supone hacerse cargo de todos estos gastos de forma individual.

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Y esto no solo beneficia a los que comparten coche, sino que favorece la movilidad en la ciudad, ya que se desplazan menos vehículos en las horas punta:

  • Se tarda menos tiempo para encontrar un aparcamiento.
  • Se reducen las emisiones y la contaminación.
  • Mejora el tráfico en las carreteras.
  • Realizamos los desplazamientos en menos tiempo.
  • Conseguimos que haya menos accidentes en la carretera.

¿Y el medio ambiente?

El uso del coche compartido promueve que los conductores tomen prestado un coche cuando lo necesitan en lugar de ponerlo en circulación para una sola persona. De esta forma, se reduce el tráfico en las carreteras y la emisión de gases nocivos.  Al tener que pagar por el trayecto, se evitan los viajes innecesarios y de corta distancia, optando por alternativas más sostenibles como el transporte público, la bici o ir andando.

Además, la mayoría de las empresas de carsharing ya disponen en su flota de vehículos de modelos híbridos o eléctricos, para contribuir a la reducción de las emisiones y la contaminación en las ciudades.

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