Conocer la normativa es clave para integrar los patinetes
Por: RACC Blog
Los desplazamientos en vehículos de movilidad personal (VMP) son los únicos que crecieron en Barcelona durante el 2020. La mayoría de los usuarios hace menos de un año que los utilizan para moverse por la ciudad y, por ese motivo, la concienciación y la formación son esenciales para garantizar su convivencia con otros medios de transporte.
El uso de los vehículos de movilidad personal (VMP), y especialmente de los patinetes eléctricos, ha crecido muy rápido en Barcelona, sobre todo durante el último año, ya que el contexto de la pandemia ha impulsado nuevos hábitos. Esta tendencia comporta la necesidad de regular el uso de estos nuevos vehículos y de analizar y evaluar el comportamiento de sus usuarios. Es lo que hace el informe El comportamiento de los usuarios de vehículos de movilidad personal (VMP) en Barcelona del RACC. En la capital catalana, en el 2020 se hacían casi 50.000 desplazamientos diarios con VMP, según la última Encuesta de Movilidad en Día Laborable (EMEF) de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM).
Aunque el uso de patinetes representa solo el 0,85% del total de los desplazamientos en la ciudad, su crecimiento supera al de otros medios de transporte, ya que fue el único que creció a lo largo del año pasado en el contexto de la pandemia (un 17,6% en comparación con los desplazamientos en VMP del 2019).
Difundir la normativa
La necesidad de formación y de concienciación de los usuarios de VMP es todavía una asignatura pendiente. Así lo refleja el informe, del que se desprende que los encuestados desconocen los aspectos básicos de la normativa para circular en patinete, como el uso de elementos de protección o señalización, o los espacios donde pueden usarlo. Según la normativa vigente, los VMP pueden circular por carriles bici en la acera, carriles bici en la calzada, calles de plataforma única por donde pueden ir vehículos, la calzada de las zonas 30 y, en los parques, yendo a poca velocidad. Aun así, gran parte de las personas que circulan en patinete no conocen estas normas.
El 37% admite que se salta el semáforo en las calzadas ciclables, y un 22% afirma que no respeta el paso de peatones cuando va por la calzada ciclable. Además, cuando no hay un espacio habilitado específicamente para ellos, el 43% de los usuarios encuestados admite que opta por circular por la acera con el patinete en marcha, y un 41% por la calzada, aunque no está permitido.
En cuanto a la velocidad, el 94% de los usuarios de patinetes no respeta el límite al circular por un carril bici en la acera, establecido en 10 km/h. En cambio, en el carril bici de la calzada, el 97% de los usuarios dice que cumple el máximo establecido en 25 km/h. En todo caso, solo un 13% reconoce haber sido multado alguna vez mientras circulaba en patinete, cifra que se ha duplicado respecto del año pasado.
Este desconocimiento de la normativa tiene un impacto relevante en términos de accidentalidad. Según datos del Ayuntamiento de Barcelona, los accidentes con implicación de VMP son los que más aumentan después de los de las motos. En el 2020 se registraron 598 accidentes con patinetes. Se trata básicamente de accidentes leves, aunque en el primer semestre del 2021 ya ha habido dos víctimas mortales. Hay que destacar también que más de la mitad (57%) de quienes van en patinete se sienten vulnerables al circular por Barcelona, sobre todo ante los vehículos de motor. Este dato contrasta con el hecho de que los peatones no les generan inseguridad, pero, en cambio, están involucrados en un 26% de los accidentes.
Recomendaciones del RACC
En este contexto, el RACC pide bajar los carriles bici a la calzada para reducir la accidentalidad y los conflictos entre VMP y peatones; mejorar el diseño de la red viaria para que los usuarios de VMP la empleen correctamente; y evitar que se vaya por la acera donde no haya carril bici para circular.
También recomienda acciones para minimizar las malas prácticas, campañas de convivencia con los diferentes medios de transporte y el fomento del conocimiento de la normativa básica.
Al mismo tiempo, propone establecer un seguro de responsabilidad civil obligatorio general e impulsar el registro de VMP, entre otras sugerencias. Se trata de medidas alineadas con las necesidades de los usuarios de VMP, ya que, según el informe, estos valoran positivamente la existencia de carriles segregados del tráfico (79%), la continuidad de la red (66%) y la convivencia con los ciclistas (60%).
En cambio, suspenden la oferta de aparcamiento seguro (81%) y de puntos de recarga (78%), así como la prohibición de circular por la calzada y la acera cuando los VMP no disponen de un espacio específico (56%).
Perfil de los usuarios
La edad media de los usuarios de VMP encuestados es de 33 años. Más de la mitad, el 56%, indica que hace menos de un año que se mueve en VMP, cifra que llega al 58% entre las mujeres, que son las usuarias más recientes. Los datos también apuntan que el 83% de quienes ahora se desplazan en patinete proviene de la movilidad activa, es decir, de ir a pie o en bicicleta (43%), y del transporte público (40%).
Los motivos por los que muchos han optado por el patinete son variados. Los que antes tenían una movilidad activa han cambiado por factores como la rapidez (61%), porque tienen que hacer recorridos con pendientes (19%) o por motivos de higiene, como evitar sudar (13%).
En cambio, los que antes se movían en transporte público han decidido empezar a usar el VMP para ahorrar dinero (38%), por comodidad (30%), por rapidez (27%) y por miedo a la covid-19 (20%). De hecho, entre quienes han empezado a usar el patinete por la pandemia, el 73% afirma que no volverá a su medio de transporte anterior.
Fuente: Revista RACC por Judit Monclús