Movilidad sostenible: una apuesta para mejorar la salud
Por: RACC Blog
Las bicicletas, los patinetes o los coches eléctricos están ganando espacio en nuestras ciudades. Y el motivo no es solo el medio ambiente, el ahorro o el deseo de evitar atascos: cada vez más personas ven la movilidad sostenible como una apuesta para mejorar la salud. Así lo confirman distintos estudios que evidencian los beneficios de esta movilidad alternativa.
Reduce la contaminación
Reducir los vehículos de motor puede reducir la tasa de mortalidad por cáncer de pulmón, enfermedades respiratorias, ictus o problemas de desarrollo cognitivo infantil. Las cifras son claras: según la ONU, la contaminación del aire provoca 7 millones de muertes al año. Y en España, Ecologistas en Acción habla de 36.000 víctimas anuales.
Por eso, cada vez más ciudades apuestan por el transporte público, los vehículos eléctricos, las bicicletas y las zonas peatonales para reducir la contaminación.
Reduce el ruido y el estrés
Aunque a veces ni nos damos cuenta, el ruido y la tensión provocados por el tráfico y los atascos repercuten claramente en nuestra salud. Utilizar vehículos silenciosos y evitar los atascos pueden reducir el estrés, los trastornos de sueño, el dolor de cabeza, la falta de concentración o las enfermedades del corazón.
Fomenta el ejercicio físico
Los desplazamientos andando o en bicicleta se han convertido, para muchas personas, en una forma de hacer ejercicio todos los día. Y sus beneficios son más que evidentes: mejoran la forma física, la salud cardiovascular y la salud mental, y reducen el estrés y los problemas de sobrepeso. Y esto se aplica también a la bici eléctrica, aunque en menor medida ya que se realiza menos ejercicio.
En cifras, un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona concluye que las ciudades europeas podrían evitar hasta 10.000 muertes prematuras creando más carril bici.
Impulsa ciudades más verdes
Más bicis y peatones conllevan ciudades más agradables y verdes. Y esto también mejora nuestra salud. A más parques y vegetación, mayor bienestar, menos estrés, mejor desarrollo cognitivo y hasta menos enfermedades.
En conclusión, la apuesta por una movilidad alternativa y sostenible parece necesaria no solo para proteger nuestro planeta. También es una clara apuesta para mejorar nuestra salud.