Superilla Barcelona: Sin alternativa en transporte público y con riesgo de contaminación
El RACC pide mejorar la oferta de transporte público metropolitano antes de implantar los ejes verdes en el Eixample para ofrecer soluciones a las personas que acceden en coche al distrito, ya que el 80% de ellas proceden de fuera de la ciudad.
El proyecto Superilla Barcelona a l’Eixample, que el Ayuntamiento de Barcelona tiene previsto iniciar en junio, tiene como objetivo reducir el espacio de circulación de los vehículos y sumar más espacio para el peatón en la ciudad. Para analizar los efectos de esta iniciativa sobre la movilidad, el RACC ha realizado un amplio estudio en el que ha observado más de 46.500 vehículos y ha encuestado a 800 conductores de turismos que tenían este distrito como destino.
Como resultado, se ha detectado que el 80% de los conductores que llegan al Eixample proceden de fuera de Barcelona, un perfil de usuario perjudicado por estas medidas, ya que, a pesar de formar una parte muy relevante del tejido productivo metropolitano, verá condicionada la circulación en vehículo privado sin contar, como contrapartida, con una oferta de transporte público lo suficientemente competitiva. En su mayoría, se trata de ciudadanos que llegan a Barcelona para trabajar o para estudiar, especialmente por la mañana, y para comprar, disfrutar de su tiempo de ocio o para resolver gestiones, sobre todo por la tarde, por lo que contribuyen de manera significativa a la economía de la capital catalana.
De hecho, el 70% de los conductores encuestados que acceden al Eixample afirman que no ven el transporte público como una opción adecuada para su movilidad. Según han expresado en la encuesta, la rapidez del coche, el servicio irregular, la falta de conexión entre orígenes y destinos y también el precio son los motivos para no considerar el transporte público como una alternativa de movilidad. Por estos motivos, el RACC incide en la necesidad de que se lleve a cabo un plan de mejora de la movilidad en transporte público con un enfoque metropolitano, ya que un 68% de los usuarios aseguran que, en caso de mejora del servicio, estarían dispuestos a dejar el vehículo privado y a utilizar otros medios de transporte.
Previsible saturación
Actualmente, hay alrededor de 14,6 kilómetros de cola de vehículos acumulados en hora punta en diferentes tramos del Eixample. Con la ejecución de la primera fase de la Superilla, prevista para el 2023, se incrementarán un 26% los vehículos acumulados en horas punta en las calles del distrito situadas alrededor de los ejes verdes, ya que absorberán el tráfico desviado, lo que se traducirá en colas de 18,9 kilómetros. Si nos fijamos en el escenario final, en 2030, con la implantación de todos los ejes verdes, las previsiones indican que habrá 22,7 kilómetros de colas en las calles del Eixample, una cifra que supondrá un aumento del 55% respecto a la situación actual. También en esta fase, las vías que concentraran este aumento de colas serán la avenida de Sarrià con Comte d’Urgell (con un 60% de incremento previsto), Consell de Cent (56%) y la Gran Via (53%). En consecuencia, crecerá la intensidad media diaria de vehículos que circulen por las calles adyacentes.
La congestión en las Rondas
El RACC calcula que también concentrarán más retenciones. Las restricciones de movilidad que habrá en 2023 cuando se desarrolle la primera fase conllevarán un aumento de las colas de vehículos, especialmente en las horas punta. Además, según un modelo de simulación aplicado realizado por técnicos del RACC, el desvío del tráfi co de los nuevos ejes verdes a las calles próximas elevará también la congestión en las Rondas, que tendrán más de un 65% de su longitud con elevados niveles de saturación en hora punta. Cabe señalar que hoy en día más del 63% del recorrido de estas vías ya está congestionado en hora punta.
Recomendaciones RACC
El Club incide en la necesidad de incorporar alternativas de movilidad a los planes de transformación urbana y de mejora de la calidad de vida de las personas. En consecuencia, recomienda ejecutar un plan de mejora de la movilidad en transporte público con un enfoque especial en los ciudadanos de fuera de Barcelona. En este caso, propone medidas como la implantación de los park & ride, el sistema de aparcamiento que facilita el intercambio modal entre el vehículo privado y el transporte público. Además, entre otros aspectos, el RACC también destaca la necesidad de incorporar un nuevo sistema de distribución de mercancías y de señalizar correctamente vías y plazas de la Superilla para todos los usuarios, lo que servirá para asegurar una mejor convivencia entre todos, así como para mitigar los efectos negativos de la desviación del tráfi co de los ejes verdes a las calles adyacentes.