El mundo de hoy cambia vertiginosamente gracias a la tecnología. Esta transformación también afecta a cómo nos movemos. Los usuarios escogemos desplazarnos de un modo más ágil y eficiente, y esto, a la larga, comportará un cambio de paradigma con la consolidación de los transportes más sostenibles y rápidos. No es ciencia ficción. Es realidad.

La aplicación de la tecnología en el transporte de las personas ha avanzado mucho en poco tiempo. El cambio en el modo de movernos en los próximos diez años tendrá más transcendencia que lo que hemos vivido en los últimos cien. El futuro ya es ahora. Trenes que viajan a 600 km/h o más; vehículos que circulan sin conductor, bicicletas conectadas al móvil… son algunas de las actuales opciones. Y solo una muestra de lo que nos puede ofrecer la tecnología venidera.

El nuevo tren. Una proeza de la física moderna

Los cambios más importantes en el ámbito de las comunicaciones de larga distancia están relacionados con el transporte ferroviario. Destacan los trenes de levitación magnética, vistos como el transporte más seguro y rápido de la tierra. Se les llama Maglev y se mueven gracias a la levitación magnética, es decir, el tren flota sin tocar la vía o el suelo. Ya existen en China –donde conectan en poco más de siete minutos los 30 km que separan el aeropuerto de Shanghái de la red de metro– y en Japón, donde en pruebas de ensayo han alcanzado el récord mundial de velocidad de 603 km/h. Otro medio que puede ser algo tangible los próximos años es el Hyperloop, un transporte ferroviario que despierta entusiasmo y escepticismo a partes iguales. El proyecto promete velocidades superiores a los 1.000 km/h circulando a través de un tubo vacío gracias a un sistema de electroimanes. El Hyperloop es la idea con que Elon Musk –cofundador de Tesla– quiere unir San Francisco y Los Ángeles. Algo similar a conectar Barcelona y Madrid en 35 minutos.

¿Avión supersónico?

Menos peso y más ahorro energético y rapidez. Así serán los aviones del futuro. Muchos aún recuerdan el Concorde, que cruzaba el Atlántico a velocidad de ensueño y que desapareció en 2003. Ahora, la NASA ha asignado a la compañía de EUA Lockheed Martin un contrato para desarrollar un avión que viaje a la velocidad del sonido –340 metros por segundo– y capaz de ir de Nueva York a Londres en solo tres horas. Debe ser silencioso, eficiente y generar la mínima emisión de CO2. Todo indica que un nuevo Concorde está en marcha. Mientras, Boing trabaja también en un nuevo modelo que romperá los esquemas actuales.

El boom de los coches autónomos y eléctricos

¿Quién se iba a imaginar hace unos años un coche circulando sin conductor? Lo veremos en la próxima década, según afirman los fabricantes. Gigantes de la tecnología como Google, Uber o Tesla ya trabajan en sus propios modelos de vehículo autónomo, al igual que marcas como Audi, Volvo, Nissan, General Motors, Ford, Mercedes o Toyota. En paralelo, surgen proyectos piloto como el de un servicio de taxis autónomos que quiere hacerse en Singapur. Lo que sí ya es una realidad actual son los coches conectados. Con sistemas internos de conectividad (a satélites o a internet) o vinculados al móvil y que, según la consultora Gartner, llegarán este año a 12,4 millones de unidades, para dispararse hasta los 61 millones en 2020. Un auténtico boom que convive con la llegada de los eléctricos, que hace diez años eran vistos como una anécdota y que ahora ya suponen una alternativa real de compra. En España, en lo que va de año, se han matriculado más de 3.000 vehículos eléctricos, lo que supone un incremento del 98% respecto a 2015.

La bicicleta, el ingenio eléctrico más vendido

Si bien es cierto que las bicicletas hace años que tienen una configuración similar a la actual, la propulsión eléctrica ha propiciado un paso más. De hecho, las bicicletas eléctricas son el vehículo eléctrico más vendido en el planeta, con una previsión de 35 millones de unidades vendidas en 2016, según Navigant Research. La conectividad también ha llegado al mundo de las dos ruedas. Las nuevas bicis son más ligeras, aerodinámicas, rápidas y también más conectadas: con mecanismos de control vía móvil, sistemas para medir la distancia recorrida y dispositivos antirrobo, entre otras opciones.

Caminar sin riesgos

Innovar también es posible con algo tan ancestral como el ir a pie. Los nuevos pasos de peatones inteligentes, equipados con sensores de presión, se iluminan si detectan que un peatón se acerca y, a la vez, indican a los conductores que deben pararse. Ya se pueden pisar en Antequera (Málaga) y Cambrils (Tarragona). En Sant Cugat del Vallès se ha instalado un semáforo para quienes caminan consultando el móvil. Una franja de luces LED rojas se enciende cuando hay que prohibir el paso, avisando a peatones y conductores.

 Fuente: https://www.racc.es/revista