Viajar con niños tranquilo en el coche, ¿es posible?
Por: RACC Blog
Los desplazamientos en coche pueden ser agradables o una auténtica pesadilla para grandes y pequeños. Como, de momento, no podemos teletransportarnos, es necesario que tomemos unas cuantas medidas para que nuestro viaje en coche sea lo más placentero posible.
Medidas de seguridad, lo prioritario
Ante todo tendremos que adoptar todas aquellas medidas de seguridad pasiva específicas que se indican para la edad de cada niño, habrá que comprobar cuál es el estado de los sistemas de retención infantil (SRI) y asegurarnos que sean los adecuados para su edad, peso y altura. También es importante ajustar los sistemas de retención a la ropa de cada época del año para asegurarse que cumplan eficientemente su función, pues no es lo mismo ajustarle el cinturón con el anorak puesto que con una camiseta de manga corta.
Por otro lado, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) recomienda estar especialmente atentos a las necesidades de los niños para que el viaje les resulte cómodo y se sientan tranquilos. Si ellos lo están, nosotros también, y la conducción es más segura y relajada.
Para que no haya imprevistos inoportunos durante el trayecto conviene organizarse un poco teniendo en cuenta algunas pautas:
- Descansos: Es importante parar cada 1-2 horas. Estirar las piernas va bien a todos y los niños pueden ir al baño o corretear unos minutos o merendar con calma, lo que hace más llevadero el viaje.
- Tentempiés: Que tengan sed o reclamen alguna chuchería para comer, aunque solo sea por aburrimiento, son peticiones inevitables de los viajes. Por eso, aunque sea un trayecto corto, conviene llevar agua, zumos y alimentos fáciles de manejar pero que ensucien poco, como pan, queso, fruta, galletas… Un consejo: es preferible prescindir de alimentos duros con los que puedan atragantarse, como frutos secos o caramelos.
- Bebidas: El agua no debe faltar en ningún viaje, sobre todo si empieza a hacer calor, porque los niños se deshidratan más fácilmente que los adultos. Agua y zumos es lo más aconsejable, pues la leche podría cortarse con el calor y los refrescos pueden provocarles gases.
- Higiene: El botiquín de viaje ha de tener todo lo necesario para cambiar a un niño, ya sea un bebé o un menor. Pañales de repuesto, toallitas húmedas, una toalla pequeña, servilletas de celulosa, bolsas de plástico por si tienen náuseas…
- Protección para el sol: Como los peques van detrás, muchas veces no vemos si les molesta el sol, por eso es recomendable que en un día soleado lleven puesta la crema de factor de protección solar y unas gafas de sol, para evitar que el sol les dañe. Además, siempre que no impida la visibilidad del conductor podemos colocar una pantalla solar para las ventanas.
- Entretenimientos: un peluche o el muñeco favorito del niño; muñecos y juguetes de plástico, tela o cartón; lápices de colores y papel, etc. También podemos proponerles juegos como el clásico “veo-veo” o animar a los niños a cantar.
Si tenemos en cuenta estos consejos, ya podemos ponernos en marcha, porque un viaje en coche y en familia puede ser una ocasión única para charlar y jugar con nuestros hijos, sin la televisión, los videojuegos y el móvil de por medio, ¿no es genial?
Y recuerda, que puedes dar de alta a tus hijos como Socio RACC Junior de manera gratuita. Podrán viajar sin sobresaltos, aunque no estén contigo.