#EmprendedoresRACC. Èrik Pujol y su apuesta por la ropa adaptada
Por: RACC Blog
Hacer una línea de ropa para personas con problemas de movilidad. Con tan solo 23, 24 y 21 años Èrik Pujol y sus socias (Susagna y Gemma Anelli) lo vieron claro. Susagna, fisioterapeuta de profesión, había detectado que la oferta en este tipo de prendas era escasa: “era ropa muy fría, muy de hospital, para gente 100% dependiente”, explica Èrik.
Esto les llevó a plantearse montar su propio negocio y empezaron a desarrollar el proyecto a mediados de 2011, en paralelo a sus respectivos trabajos. Su esfuerzo se vio recompensado con el lanzamiento, en septiembre de 2013, de Tribus Ropa Adaptada.
Ropa fácil de poner… y de llevar
La primera colección Tribus está compuesta por faldas, pantalones, camisas y blusas que, sin olvidar los criterios de la moda actual, están especialmente diseñados para que se puedan poner y quitar fácilmente. “Lo que hemos hecho en esta primera colección es eliminar los sistemas que requieren de motricidad fina como los botones y las cremalleras, en los que se necesitan utilizar las pinzas de las manos, y sustituirlos por otros como velcros y gomas, que son más fáciles de usar y permiten una mayor autonomía”, nos cuenta el emprendedor.
Todo ello con unos precios asequibles, que van aproximadamente de los 30 a los 60 euros, y una fabricación de proximidad. La vertiente social es otra de las características de esta empresa, tal y como defiende Èrik. “Teníamos claro que queríamos ofrecer prendas de calidad, elaboradas con tejidos lo más naturales posible, sin que los precios se disparasen como ocurre con otros productos destinados a las personas con problemas de movilidad. Apostar por la producción nacional nos permite tener un mejor control del producto y, al mismo tiempo, incentivamos el sector textil en Catalunya, que en los últimos años ha bajado en picado”. Además, a través de los perfiles de la marca en las redes sociales intentan promover la actividad física tanto en las personas con problemas de movilidad como en la gente mayor.
Socio del RACC desde “toda la vida”
Èrik ha estado siempre familiarizado con el RACC. “Puede que sea socio desde los 16, antes de tener el carnet de coche y todo –nos cuenta tratando de hacer memoria–. No lo recuerdo bien porque el RACC ha estado muy ligado a mi familia desde que era pequeño”.
Son muchos los #momentosclave que ha vivido con el RACC, según nos explica. “Me gusta mucho viajar en moto y me han venido a recoger en días en los que pensaba ‘ostras, hoy me quedo aquí colgado’. La verdad es que no me ha fallado nunca, tanto en el trato como en los servicios que tiene. Sinceramente, estoy muy contento con el RACC”.
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