Lleida, aventura en plena naturaleza
Vuelve la primavera y con ella la naturaleza recupera su máximo esplendor. Una de las mejores épocas del año para disfrutar del enorme patrimonio natural que la demarcación de Lleida ofrece, desde el llano hasta el Pirineo, a los visitantes que buscan vivir experiencias de calidad en entornos privilegiados y al aire libre. El abanico de actividades a realizar con amigos o acompañados de la familia es amplio y al mismo tiempo es el momento más óptimo para descubrir los espacios naturales y paisajes de gran valor ecológico y belleza extraordinaria que ofrece la demarcación, y que es precisamente durante estos próximos meses cuando muestran toda su riqueza. Desde los deportes de aventura como el rafting, kayak o barranquismo por los ríos de la provincia a las rutas a pie o en bicicleta por distintos lugares, pasando por la observación ornitológica, la floración de los árboles, la observación astronómica o las fiestas populares y gastronómicas, entre otras, forman un catálogo completo de posibilidades que las Tierras de Lleida y el Pirineo proponen a los turistas para sacar el máximo partido de las temperaturas agradables que nos traerán los próximos meses hasta la llegada del verano.
La primavera, un estallido de vida
La llegada de la primavera es sinónimo de vida que estalla. Los árboles florecen, la nieve empieza a derretirse y el agua brota río abajo, los animales que han invernado vuelven a asomar la cabeza o regresan de su migración desde zonas más cálidas, y los espacios verdes recuperan su majestuosidad. Formas, colores, olores y sonidos. Todo cambia y se llena de vitalidad y la demarcación de Lleida se ofrece al visitante en toda su plenitud. Y esto, complementado con alojamientos de calidad y una gastronomía incomparable, hace que la experiencia sea excepcional. Con la llegada del buen tiempo se encabalgan el final de la temporada de esquí, alpino y nórdico, con el inicio de la campaña de deportes de aventura y turismo activo. En ambos casos, las comarcas leridanas son referentes estatales e internacionales.
Poco a poco, el frío y el blanco de la nieve irán dando paso a la bonanza y al verde de los bosques y parajes del Pirineo leridano, mientras que en la Plana la niebla escampa y la luz del sol gana minutos día a día.
El Pirineo y las Tierras de Lleida son el destino por excelencia para llevar a cabo actividades al aire libre y practicar deportes de aventura. Lo avalan las más de 270 empresas dedicadas al turismo activo y más de 50 disciplinas que se pueden realizar en las 13 comarcas leridanas.
El rafting sigue siendo la punta de lanza del turismo activo en el Pirineo leridano, pero la oferta de actividades es mucho más amplia. A la red fluvial de Lleida que conforman el Noguera Pallaresa, el Noguera Ribagorçana, el Segre o el Garona, donde, aparte de los descensos de rafting, se pueden practicar el piragüismo, el kayak o el hidrospeed, así como el barranquismo, hay que sumar los diferentes embalses de la demarcación (como los de Sant Antoni, Rialb, la Torrassa o Sant Ponç, entre otros), donde se pueden llevar a cabo un gran número de deportes acuáticos como canoa, kayak, wakeboard, esquí náutico, surf de vela, vela, esquí náutico, hidrobob o donut y paddle surf.
Después del frío del invierno, las temperaturas suaves que nos traen los meses de primavera también son ideales para reencontrarse con la naturaleza y disfrutar del aire puro, y las comarcas leridanas son idóneas para hacerlo, sea a pie o en bicicleta. En el Pirineo encontramos bosques y espacios verdes como el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici y los parques naturales del Alt Pirineu y el Cadí-Moixeró, o la zona del Montsec y el desfiladero de Mont-rebei, que son lugares excepcionales para la práctica del senderismo con infinidad de rutas, desde las más exigentes hasta otras perfectas para pasar un día con familia. Pero también la zona del llano de Lleida tiene sus rincones ideales para que los amantes del excursionismo y de la bicicleta puedan hacer una escapada. El lago de Ivars y Vila-sana, el Aiguabarreig del Segre-Cinca, el pantano de Utxesa o los Canales de Urgell son algunos buenos ejemplos.
Y si hemos hablado del agua y la tierra también hay que destacar las actividades de aire. Lleida es un referente mundial para los amantes de las disciplinas aéreas, con espacios como la sierra del Montsec –concretamente en Àger– y los valles de Organyà, en el Alt Urgell, ideales para practicar deportes como el parapente, el ala delta, el vuelo sin motor, los ultraligeros o los globos aerostáticos.
Disfrutar en familia
Vivir experiencias en familia es uno de los objetivos de muchas personas que visitan los pueblos y ciudades de la demarcación, que poco a poco se ha erigido en un destino de referencia del turismo familiar y de proximidad. La gran riqueza patrimonial del territorio lo convierte en un destino idóneo para todos los públicos, con propuestas como el conjunto románico de la Vall de Boí, declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO, la Seu Vella de la ciudad de Lleida, el poblado ibérico de los Vilars de Arbeca, las construcciones de piedra seca, los castillos de la Segarra y el Urgell, las pinturas de El Cogul y otros muchos elementos museísticos, monumentales, arquitectónicos y de valor histórico que están dispersos por la geografía leridana. Y a todo esto hay que sumar propuestas tan singulares como la puesta en marcha del Tren de los Lagos, que ofrece a sus viajeros la posibilidad de descubrir unas vistas magníficas en el transcurso del trayecto desde la ciudad de Lleida hasta el Pirineo; las visitas al Parque Astronómico Montsec, donde se puede ver uno de los mejores cielos de Europa reconocido con el sello Starligtht de la UNESCO, o el espectáculo de la floración de los almendros y de los frutales que tiñen de color los campos de la llanura de Lleida, con la organización de actividades vinculadas con la floración en las comarcas de las Garrigues, el Segrià y el Urgell, entre otras.
Y para aquellos que quieran ir más allá y busquen conectar con la natura y vivirla con los cinco sentidos, la propuesta de los Baños de Bosque es su opción. El Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida ha identificado 13 rutas, entre las 500.000 hectáreas de bosques, que conforman este proyecto y que son una propuesta perfecta para poder huir del estrés de la ciudad y del día a día y poder hacer una inmersión en parajes boscosos rodeados de silencio y tranquilidad apostando al mismo tiempo por el Ecoturismo y el turismo sostenible.
La primavera en Lleida también es tiempo de celebraciones, con la Semana Santa en el epicentro de las festividades con manifestaciones como la Pasión de Cervera, pero con otras muchas citas señaladas del calendario como Sant Jordi, el Aplec del Caracol, la Feria de Títeres de Lleida, el Festival de Murales y Arte Rural de Penelles y otras propuestas relacionadas con la gastronomía, como la Muestra de Quesos Artesanos de Cataluña en Sort, la Feria de la Miel de Riner, el Firacóc de Tàrrega, el Pallars Food Fest de Tremp o la Feria del Aceite y la Piedra de Vinaixa, para citar algunos ejemplos. Y, por supuesto, para cerrar el calendario primaveral y dar la bienvenida al solsticio de verano distintos pueblos del Pirineo leridano celebran las espectaculares bajadas de fallas, sumamente populares gracias al reconocimiento de la UNESCO, que las declaró Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Y no podían faltar las propuestas para todos aquellos que quieren a los animales. El Zoo de los Pirineos de Odèn, en el Solsonès, o el Aran Park, en Bossòst, son dos de las principales opciones que permiten a los visitantes conocer de bien cerca algunas de las especies más singulares del ecosistema leridano. Y en este campo hay que destacar también que todos los aficionados al turismo ornitológico, una disciplina que va en aumento, pueden descubrir en las Tierras de Lleida algunas zonas húmedas, como el pantano de Utxesa o el Aiguabarreig de Seròs, perfectos para divisar especies de pájaros únicas en Cataluña y algunas de ellas en peligro de extinción.
Lleida sobre dos ruedas
Cuando la niebla escampa es el momento de sacar el polvo a las motos y volver a la carretera. Las comarcas de Lleida tienen todo lo que hace falta para aprovechar al máximo la experiencia sobre las dos ruedas. Rutas preciosas para convertir el trayecto en una vivencia única, buenos restaurantes para hacer parada y sobre todo pueblos con un encanto especial que hacen que el viaje merezca la pena. Entre ellos, por ejemplo, Durro (la Alta Ribagorça), Arties, Garòs y Bagergue (la Val d’Aran), distinguidos entre los pueblos más bonitos de España. Además, la demarcación cuenta con 52 establecimientos de alojamiento y 44 de servicios complementarios que tienen el sello de Moturisme, el cual garantiza a los motoristas que encontrarán unas instalaciones que están pensadas para satisfacer sus necesidades, como una zona de aparcamiento cubierta, espacio para guardar los cascos o información sobre la meteorología de la zona.
Turismo familiar y de calidad, paisajes naturales, una gastronomía incomparable, alojamientos para todos los gustos, un amplio catálogo patrimonial, actividades al aire libre y para todos los públicos o ferias y fiestas de todo tipo son los grandes atractivos de las comarcas leridanas para planificar una escapada con la llegada del buen tiempo, pero será el talante apacible y hospitalario de sus gentes lo que convertirá la experiencia en única. Merece la pena probarlo.
Más información: aralleida.com
Texto de Sergi Martí.