Niños más seguros en playas y piscinas

Por: RACC Blog

Niños seguros en playas y piscinas

Imagen: BuzzFarmers

El buen tiempo y las vacaciones invitan a acudir a playas y piscinas en familia. Los niños suelen disfrutar mucho dándose un chapuzón y jugando en la arena, aunque nunca hay que olvidar los posibles peligros del agua para ellos.

Los ahogamientos son uno de los principales. La Asociación Española de Pediatría (AEP) lo deja claro: suponen la segunda causa de muerte entre los jóvenes. Según datos del Ministerio de Sanidad, 39 menores de 19 años fallecieron por este motivo en 2012 (27 de ellos no alcanzaban los 10 años). “Sin embargo, lo más importante es que estos peligros se pueden evitar de forma muy sencilla, respetando las normas de seguridad y adoptando ciertos comportamientos”, advierte el ministerio en una completa guía al respecto.

Precauciones en la playa

  • Acude siempre a playas y piscinas con socorristas.
  • Báñate únicamente cuando ondee la bandera verde. Predica con el ejemplo y no te des un chapuzón delante de tus hijos si hay bandera amarilla. Aunque el baño está permitido debes tener en cuenta que para ellos ciertas circunstancias (como un oleaje un poco fuerte) podrían ponerles en peligro. Explícales, también, el riesgo que conlleva nadar cerca de espigones o rocas o de hacerlo por fuera de las boyas que limitan la zona de baños.
  • Vigila a los niños en todo momento. Aunque el pequeño sepa nadar es importante tenerlo siempre localizado (si sois un grupo de adultos podéis hacer turnos). Hazle saber también que debe avisarte siempre que quiera entrar en el agua.
  • No dejes a los más pequeños solos: ten en cuenta que un bebé puede ahogarse en 30 centímetros de profundidad. Aunque utilicen churros, manguitos o burbujas, siempre debes estar cerca de ellos.
  • Cuidado con las colchonetas. En caso de corrientes podrían dejarse llevar por ellas y arrastrar al niño hacia dentro con rapidez.
  • Tirarse de cabeza, prohibido si no se conoce bien la zona. Según datos de Cruz Roja Española, las zambullidas en el agua son la causa del 6% de las lesiones medulares en España. Es imprescindible conocer previamente la profundidad y si el fondo es rocoso o no.

Menos riesgo en la piscina

  • Un calzado adecuado puede evitar resbalones. Lo mejor es que utilice sandalias de goma, antideslizantes y que sujeten bien el pie cuando esté fuera del agua. Explícale que correr por el borde de la piscina (muy resbaladizo debido al agua), o empujar a otros niños puede ser peligroso.
  • Toboganes y trampolines. Deben tirarse de ellos siempre boca arriba y con los pies por delante, hacia el agua.
  • Si tienes piscina en casa, instala una valla protectora para evitar posibles caídas. Desde el Ministerio de Sanidad recomiendan que tenga una altura de 1,2 metros y que no se pueda escalar. La valla, además, debe tener seguro y poder cerrarse mientras no se usa.
  • Recoge todos sus juguetes de dentro de la piscina. Evitarás que, en un descuido, intente hacerlo él u otro niño.
  • En caso de que tengas una pequeña piscina hinchable, debes vaciarla siempre después de utilizarla.

El siguiente vídeo de una empresa especializada en cubiertas de piscina puede serte de utilidad para que tu hijo sea más consciente de cómo debe actuar.

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=5GXHczY8tYI?rel=0&w=640&h=360]

 

Otros peligros que hay que tener en cuenta

  • Quemaduras: Aplica el protector solar adecuado a su fototipo de piel y renuévalo después de salir del agua o, en todo caso, como mínimo cada 2 horas. Las camisetas de protección solar, usar una gorra con visera y no andar descalzo por la arena también reducen el riesgo de quemaduras.
  • Deshidratación: Para evitarla ten siempre a mano agua fría (una neverita puede serte muy útil) y ofrécesela cuando salga del agua.
  • Picaduras de medusa: Adviértele de que estos animales pueden picar y de que, si ve una, es mejor que se aleje y avise a un adulto. Tampoco debe tocar una medusa muerta en la orilla, porque su poder urticante persiste hasta 24 horas. Si pese a las precauciones le ha picado una, lava la zona con agua marina (nunca dulce) y acude al puesto de primeros auxilios más cercano.
  • Otitis del nadador. Para evitar esta infección de oído tan molesta, después del baño pídele que incline la cabeza hacia ambos lados y sécale bien los oídos con una toalla limpia y seca.
  • Corte de digestión: Tanto la Cruz Roja como el Ministerio de Sanidad recomiendan esperar dos horas después de comer, sobre todo si la comida ha sido copiosa. Lo ideal sería entrar siempre poco a poco en el agua, para ir aclimatándose al cambio de temperatura. Explícale  que si se encuentra muy cansado o tiene mucho frío salga del agua rápidamente y avise a un adulto.

Y recuerda que si tu hijo es Socio Junior, entre otros servicios, podrá tener ayuda médica ante cualquier malestar, viaje contigo o no.