Os proponemos mercados de cinco lugares de Europa.

Alsacia (Francia) En villas medievales

Villas medievales y los centros históricos de Alsacia se iluminan con los mercados navideños. El de Estrasburgo es el más antiguo de Francia (1570). Las casetas de madera ocupan el barrio de la Petite France. No te pierdas el situado ante la catedral y el gran abeto de la plaza Kléber. Merece la pena una visita a Colmar, una ciudad de canales y casas de piedra y madera cuyos habitantes compiten decorándolas en Navidad.

Baviera (Alemania) Los más tradicionales

Los habitantes de esta región alemana del sur presumen de tener los mercados de Navidad más bonitos. Son tradicionales y auténticos. Te proponemos visitar Núremberg, el mercado más famoso y concurrido de Alemania. Prueba el pan de jengibre acompañado de un vino caliente. Otro mercado de Baviera que merece la pena recorrer es el de Múnich: incluye un mercado de pesebres y concierto de villancicos al anochecer.

Cracovia (Polonia) Una ubicación excepcional

El mercado de Navidad de Cracovia ocupa la Rynek Glówny, la plaza medieval más grande de Europa, con 40.000 m². Rodeada de los edificios más singulares de la ciudad, concentra su ambiente navideño. En un extremo hay un gran árbol de Navidad y al lado puedes subir a un carruaje tirado por caballos engalanados para la ocasión. Otros mercados de Navidad interesantes que puedes visitar son el de Varsovia y el de Breslau.

Flandes (Bélgica) Navidad con mucho hielo

Empezamos por Brujas, la Venecia del Norte, que en Navidad tiene un aspecto de cuento, con más de 40 calles decoradas. En la plaza del Burgo están el mercado de Navidad, el Grote Markt, y una pista de patinaje sobre hielo. Acércate a la estación de trenes, donde hay un festival de figuras de hielo. Aprovecha para hacer una escapada a Gante, que tiene una pista de hielo ante la iglesia de San Nicolás, un lugar ideal para las familias.

Bratislava (Eslovaquia) Dos mercados en el centro

El núcleo antiguo acoge dos mercados de Navidad, situados a cinco minutos a pie y ubicados en dos de las plazas principales: la Hlavné y la Františkánske. El primero, más grande, con casetas de madera pintadas de rojo y blanco que venden souvenirs, decoraciones navideñas y gastronomía. El segundo, dedicado a la gastronomía: queso frito y lokše, entre otros manjares, combinados con medovina, un vino dulce típico.

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fuente: Revista RACC por Mónica Galindo

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