Un buen viajero siempre tiene un destino pendiente de visitar. Con los recuerdos de las recientes vacaciones aún frescos, aquí tienes unas propuestas para la próxima gran salida de 2025, disponibles todo el año y en grupos reducidos.

Por Mònica Galindo, periodista de viajes.

China. El patrimonio defensivo terrenal y del más allá.

Tierra de contrastes y choque cultural son dos de los conceptos que se utilizan a menudo para describir un viaje a China. Dos de los iconos nacionales y motivo de orgullo para los chinos tienen en común al autoproclamado primer emperador de China (221 a. C.-210 a. C.), Qin Shi Huang: la Gran Muralla y los Guerreros de Terracota de Xi’an. Fue el responsable de la precursora de la actual muralla para defenderse de los nómadas del norte, que venían de Mongolia y Manchuria. Este elemento de defensa tiene más de 21.000 km y la época de la dinastía Ming fue la de su mayor esplendor. La sección Mutianyu, a 80 km de Pekín, es de este período y es un ejemplo de belleza monumental y paisajística. Algunos tramos de la muralla, con grandes cuestas y más salvajes, solo son aptos para viajeros
muy en forma.

Los guerreros de terracota. Qin Shi Huang fue enterrado cerca de Xi’an, en un mausoleo subterráneo de aproximadamente 56 km2. En él, más de 8.000 guerreros, con caballos y carros, se colocaron en formación de batalla para defender a su emperador en el más allá. Otro ejemplo del poder del gigante asiático, pero un poco más actual, es el skyline del barrio de Pudong, el distrito financiero de Shanghái. Descubre la riqueza y la variedad de la comida china y atrévete con los guisos elaborados con animales poco frecuentes en nuestra cocina.

Perú. El esplendor de la cultura inca en los Andes.

Sobre un promontorio rocoso entre dos montañas y dos fallas se levanta el Machu Picchu. Esta ciudadela inca es una de las siete maravillas del mundo, junto a la Gran Muralla China. El debate sobre si es un santuario religioso o un palacio deja atrás la idea de que era una instalación de defensa. El Camino Inca une el Machu Picchu con Cusco, la antigua capital del Imperio Inca hasta la llegada de los españoles. Es un recorrido con paisajes de gran belleza a través de los Andes peruanos que puede hacerse a pie. Ya en la ciudad, visita el centro histórico y la plaza de Armas, que conservan el esplendor de la antigua capital.

La Lima gastronómica. Que el restaurante Central del chef Virgilio Martínez se coronara como el mejor del mundo en el 2023 supuso la consagración de la  ciudad como destino gastronómico. Acércate a los barrios de Miraflores y Barranco, donde se concentran los grandes restaurantes, y saborea un tamal, un  ceviche o una empanada en los puestos callejeros.

Eslovenia. Un destino verde y comprometido con la sostenibilidad.

Independizada de Yugoslavia en 1991, se ha posicionado como un destino de turismo verde, de naturaleza, comprometido con la sostenibilidad, la salud y el bienestar. Uno de esos espacios verdes con más encanto es Logarska dolina, una de las zonas preferidas por los eslovenos para disfrutar de la montaña. Situada  en los Alpes de Kamnik, es un valle glaciar y un ejemplo de convivencia entre la naturaleza y el hombre. Cuenta con diferentes senderos y excursiones para realizar a pie. Por ejemplo, el camino hacia la cascada Rinka, un salto de agua de 90 metros o la ascensión al monte Okrešelj, con unas vistas panorámicas impresionantes en la cima.

La belleza de Liubliana. La capital eslovena tiene un cierto aire de cuento de hadas. Descúbrela a pie o en bici, pasea por la orilla del río y cruza los puentes. No te pierdas los Tres Puentes o el puente de los Zapateros, obra de Plečnik, junto con el mercado central. Si quieres tener una visión panorámica de la ciudad, sube al castillo en teleférico. Una vez arriba, aprovecha para probar la gastronomía local.

La Pulla. La autenticidad del sur italiano.

Es la región que forma el talón de la bota de Italia, bañada por el mar Adriático, el Jónico y el Mediterráneo. Conserva el fuerte carácter italiano del sur y no ha sucumbido al turismo masivo, por ahora. De su capital, Bari, destaca el Mercato del Pesce, que se monta en el muelle de San Nicola. Puedes comprar pescado y comértelo allí mismo. Es habitual tomarlo crudo, aderezado tan solo con unas gotas de limón. Uno de los lugares más atractivos de la zona es Polignano a Mare. La canción Nel blu dipinto di blu, del cantante local Domenico Modugno, ilustra perfectamente la belleza del pueblo. El casco histórico se sitúa sobre acantilados y cuenta con diferentes miradores, desde donde podrás disfrutar del atardecer en la ciudad.

Gallipoli. Considerada la perla del mar Jónico, cuenta con playas de gran belleza y un intenso mar azul. El casco antiguo, rodeado de fortificaciones romanas y bizantinas, está situado en una isla. Un puente la conecta con la parte más reciente de la ciudad. Las playas de Rivabella y Baia Verde son algunas de las más destacadas de esta región italiana.

Otros destinos. Viaja a la Costa amalfitana, Uzbekistán o India.

Si quieres viajar este 2025, aquí tienes otras propuestas que te interesarán y que ya puedes empezar a planificar. La selección incluye la elegante costa amalfitana, la Ruta de la Seda en Uzbekistán y una visita a India, a la ciudad de la vida y la muerte, Benarés.

Costa amalfitana. La carretera serpentea a través de acantilados en el litoral mediterráneo. Positano, Ravello o Amalfi son ciudades de gran belleza donde se concentra el turismo local con más poder adquisitivo. Los frutti di mare —almejas, gambas, etc.— y el tomate de Sorrento dan un intenso sabor a su gastronomía.

Uzbekistán. Samarcanda era uno de los puntos de la Ruta de la Seda. Fue una ciudad próspera y majestuosa y aún se aprecia en las calles. Visita las tres madrazas de Registán, el corazón de la ciudad antigua, y la necrópolis de Shah-i-Zinda, una avenida flanqueada por 11 mausoleos de cúpulas azules.

India. Una de las ciudades que más impactan en este viaje es Benarés. Es lugar de peregrinación del hinduismo y de rituales funerarios. El río Ganges es el protagonista de la ciudad: es fuente de purificación y, a la vez, destino de los muertos incinerados que buscan el equilibrio perfecto.