Vacaciones para ganar salud
Por: RACC Blog
El estrés, la falta de horas de sueño, los resfriados… Nuestras reservas de salud se van debilitando a medida que avanza el invierno. Para recuperar lo perdido, fortalecer las defensas y favorecer nuestro bienestar al máximo, ¿qué tal una escapada termal en medio de tu frenético ritmo de vida? Te sugerimos algunas ofertas para disfrutar de balnearios sin salir del país.
Barcelona: El termalismo siempre ha tenido una gran tradición en Catalunya. Hace décadas “tomar las aguas” era casi un ritual anual entre nuestros mayores, que pasaban unos días de descanso en alguno de los balnearios próximos a la ciudad barcelonesa. Las aguas del Balneario Titus brotan de la roca viva de las montañas del Maresme y se aprovechan desde que se fundó el balneario en 1794. Están especializados en tratamientos óseos, dermatológicos y antiestrés.
Otra de las propuestas es acercarse a Caldes de Montbui, uno de los pueblos termales por excelencia y a tan solo 30 kilómetros de Barcelona. Además de sus balnearios centenarios, la villa está declarada Bien Cultural de Interés Nacional precisamente por los conjuntos termales romanos que todavía se conservan. Salud y cultura en una escapada fantástica.
Girona: En Santa Coloma de Farners, capital de la Comarca de la Selva, se halla el centro termal Magma, con aguas mineromedicinales del manantial del Balneario Termes Orión, situado en el mismo municipio. Además, si tienes la tarjeta RACC Master obtendrás un 20% de descuento en la entrada en Tarifa Plena (3 horas) en Magma. Esta propuesta es perfecta para una escapada en familia, ya que Magma es un centro termal que acepta niños y bebés.
Ourense: Quizá porque es la única provincia gallega sin costa, la naturaleza ha dotado el subsuelo de las tierras orensanas de ricas aguas mineromedicinales. “As burgas” o chorros de agua caliente se pueden encontrar por toda la provincia e incluso en el centro de su capital. Para aprovechar esta riqueza diversos ayuntamientos han creado centros termales públicos que ofrecen un servicio exquisito, hidroterapias y masajes especializados a precios populares. Algunos de los más conocidos son Outariz, Chavasqueira y Prexigueiro, que se encuentran a orillas del río Miño. Si prefieres un entorno más recogido, puedes relajarte en el Balneario de Carballiño, fundado en 1816, y que se encuentra a 28 kilómetros de Ourense, o en el de Cortegada.
Una ruta para conocer algunos vinos de la zona, como el Ribeiro o la Ribeira Sacra, y tomar un pulpo a feira o una empanada gallega pueden ser complementos perfectos para cuidar no solo nuestra salud física sino también nuestro ánimo.
Granada: Aunque Andalucía cuenta con una red de balnearios que se extienden por otras provincias, Granada concentra diversos centros termales de prestigio: El hotel balneario de Alhama de Granada, que cuenta con una alberca que recoge agua desde la época almohade (s.XII) y el Hotel Balneario de Lanjarón, ubicado entre los paisajes naturales de Sierra Nevada y la Alpujarra. Este último centro ofrece, entre otras opciones, hidroterapias para tratar problemas digestivos, reumáticos y circulatorios. La oferta se completa con dos spas termales de gran tradición: el de Graena, construido en la época nazarí, y el de Alicún de las Torres, situado en medio del campo granadino.
Valencia y Castellón: Ambas provincias tienen balnearios especializados en el cuidado de nuestra salud. Villavieja, Montanejos y Benassal, en Castellón, y Verche, Hervideros de Cofrentes, Cabriel-Fuente Podrida y la población de Chulilla, en Valencia, son los pueblos que acogen los centros termales de esta comunidad autónoma. El balneario de Benassal, por ejemplo, está especializado en tratamientos renales y digestivos; o el de Villavieja destaca por sus tratamientos respiratorios y reumatológicos. En la mayoría de ellos se puede pernoctar y todos ofrecen técnicas termales antiestrés y servicios estéticos para salir como nuevo después de una estancia en sus instalaciones.
Foto cedida por el Balneario de Cofrentes.
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